El vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economia, Pere Aragonès, expresó ayer el compromiso del Govern a "facilitar al máximo, mediante decisiones políticas, el retorno a Catalunya de la sedes sociales de las empresas que decidieron marcharse tras el 1 de octubre de 2017. Durante su participación en la XXXV Reunión del Círculo de Economía de Sitges, Pere Aragonès reconoció que se trata de un objetivo "muy complejo", ya que "cada empresa es un mundo", pero mostró dispuesto a hacer "lo posible" para que estas empresas vuelvan a Catalunya. "Si queremos recuperar el prestigio y la reputación de la economía, si queremos generar autoconfianza en nuestra economía, es un paso necesario", afirmó Aragonès ante unos doscientos directivos y empresarios. "No lo hago como una exigencia, lo hago como una propuesta", detalló el vicepresidente catalán. En otro momento de su intervención, el conseller de ERC manifesto que el cambio de sedes sociales no ha tenido un impacto sobre la actividad económica de Catalunya a corto plazo, pero no dejó de reconocer que es preferible que los centros de decisión sigan estando aquí.