El proyecto europeo de investigación Alise, coordinado por el centro tecnológico terrassense Leitat y en el que participa la empresa Ficosa, de Viladecavalls, ha conseguido crear un prototipo de baterías de litio-azufre con un 10% más de autonomía para vehículos híbridos enchufables (y un 2% más en el caso de eléctricos) que las baterías convencionales de iones de litio, así como reducir su peso en un 15%. Estos han sido los principales resultados de Alise, el proyecto de investigación sobre baterías de litio-azufre más importante de Europa y financiado a través del programa “Horizon2020” de la Unión Europea (UE), al que ha destinado 6,9 millones de euros durante cuatro años. El proyecto está participado por 16 socios entre universidades, centros de investigación y empresas de cinco países miembros de la UE, y se ha coordinado desde Catalunya a través del centro tecnológico egarense Leitat, además de contar con la implicación de empresas como Seat, Ficosa e Idneo.
En los próximos años, el proyecto prevé doblar la autonomía de las actuales baterías de iones de litio y reducir su tamaño dos veces. Hasta el momento, el proyecto solo ha desarrollado prototipos, aunque algunos ya se han vendido, y la previsión es que dentro de 5 años se empiecen a vender estas baterías, que tienen margen de mejora, según explicó el cooordinador de proyecto, Christophe Aucher, de Leitat.
“Hemos alcanzado mejoras comparado con lo que hay en el mercado. Tenemos una tecnología más ligera pero todavía queda mucho camino para tener algo que esté listo para poner dentro de un coche”, aseguró Aucher, y añadió que aún mejorará más porque no han trabajado en muchos componentes técnicos de la batería. A partir de ahora, en el marco del proyecto de seguimiento, denominado Lisa, se trabajará para mejorar el número de ciclos de carga, la potencia para cargar más rápidamente la batería y también su seguridad a altas temperaturas.
Alta densidad
El responsable de desarrollo de sistemas energéticos de Seat, Francesc Sabaté, explicó que los principales atractivos de esta batería de litio y azufre son la alta densidad gravimétrica, el precio reducido y el bajo impacto medioambiental. Sabaté también destacó que el proyecto, que también permite a los fabricantes tener una diversificación de las tecnologías, tiene margen de mejora en aspectos como el ciclado, el tema térmico, el tiempo de carga y la densidad volumétrica. Por su parte, Ulderico Ulissi, investigador de Oxis Energy, explicó que las principales ventajas de las baterías de litio-azufre responden a las actuales necesidades de la industria automovilística, ya que son más ligeras y, sobre todo, más respetuosas con el medio ambiente.
Algo a lo que se refirió el director de la representación de la Comisión Europea en Barcelona, Ferran Tarradellas, que destacó la necesidad de cumplir con los objetivos de sostenibilidad, así como conseguirlo a través de innovaciones propias “Con tecnologías como ésta, Europa tendría una tecnología propia que nos permitiría reducir nuestra dependencia, así como cumplir como objetivos de economía circular”. Estas baterías, explicó Ulissi, tendrían una aplicación ideal en los pseudosatélites de altitud elevada, así como en aviones ligeros. “Pueden imaginar que necesitan unas baterías ligeras para prolongar la duración del vuelo. Y ahí es donde nuestra tecnología consigue una aplicación perfecta”, dijo.