El fondo estadounidense Carlyle, actual propietario de Codorníu, ha puesto a la venta el edificio de Cavas Rondel y la emblemática Masía Bach y sus bodegas, al no ser considerados activos estratégicos. Carlyle, que hace un año se hizo con la mayoría accionarial del grupo catalán, ha iniciado un proceso de desinversión poniendo en marcha la venta de diferentes activos inmobiliarios no estratégicos, una operación que ha encargado a la consultora española Lançois Doval.