Uno de cada tres trabajadores (un 36%) reconoce haber presenciado actuaciones despectivas o discriminatorias hacia personas LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales) en la empresa, según afirma un estudio de la UGT. El informe, elaborado por UGT con el apoyo de la Diputació de Barcelona, se basa en una encuesta efectuada por 781 delegados y delegadas de la UGT, una muestra que deja un margen de error máximo del 3,4%. El objetivo del informe "Diversidad LGTBI en los centros de trabajo", presentado ayer, es conocer la realidad del colectivo en el ámbito laboral y sensibilizar a los delegados y delegadas sindicales para poder "influir y negociar con las direcciones empresariales políticas sobre la prevención y lucha contra la discriminación LGTBI en la empresa". Una de las conclusiones que el documento revela es que el 58% de las personas encuestadas tienen conocimiento de que en la empresa trabajan personas del colectivo LGTBI, mientras que el 12% lo cree y el 30% declara no tener conocimiento.
Esta respuesta varía según el sector, ya que, mientras un 67 % de los encuestados que operan en el sector público declaran tener conocimiento de que tienen compañeros LGTBI y solo un 23% declara no tenerlo y el 41% de los delegados del sector de la industria declaran no tener constancia de que trabajan con compañeros del colectivo. Según el responsable de UGT en materia LGTBI, Fèlix Santos, el resultado apunta que "en el sector público, los trabajadores se sienten con más confianza para hablar sobre su orientación e identidad sexual", frente otros sectores como la industria, que se queda "atrasado".
En cuanto a la percepción de actitudes discriminatorias, el porcentaje disminuye a medida que aumenta la edad, lo que revela que "son los más jóvenes los que perciben más fácilmente el acoso a compañeros", que, según Santos, "suele pasar desapercibido".
Incluso violencia física
En este sentido, los encuestados identifican que la mayoría de actitudes discriminatorias son en forma de bromas (un 68%), seguido de insultos (14%), actitudes de acoso laboral en un 10% y, en un 1%, de violencia física.Estos resultados apuntan que "las bromas son una actitud discriminatoria generalizada y tolerada" aunque "es positivo que se perciban como forma de discriminación", según firmó Santos en la rueda de prensa.
Otro dato significativo es que únicamente en el 4% de las empresas ha denunciado alguna actitud de acoso contra un trabajador por su orientación sexual en los últimos cinco años, a pesar de que el 36% de trabajadores ha percibido alguna forma de acoso a sus compañeros LGTBI. La secretaria de igualdad y formación profesional de la UGT, Eva Gajardo, apuntó la falta de confianza en los delegados sindicales, ya que, según el estudio, "solo un 8% de los delegados sindicales dentro de la empresa afirma haber recibido alguna consulta o queja", lo que no se corresponde con el volumen de denuncias que atienden en las sedes del sindicato ugetista.