Puig, el gigante catalán de las fragancias y la moda, logró el año pasado los mejores resultados de su historia, al ganar 242 millones de euros, un 6% más que en 2017, y mantuvo sus ingresos prácticamente planos, al sumar 1.933 millones (-0,10 % respecto a 2017). El presidente ejecutivo de este grupo, Marc Puig, ha asegurado que las ventas de 2018 habrían crecido un 5% si no se tiene en cuenta la evolución del tipo de cambio y el impacto de la entrada en vigor de la nueva normativa contable, y ha añadido que el beneficio neto creció en consonancia con las ventas. A pesar de que la facturación se estancó en 2018, Puig ha ratificado el objetivo del grupo familiar de alcanzar unos ingresos de 3.000 millones en 2025, y ha explicado que quiere potenciar las marcas propias Paco Rabanne y Carolina Herrera para que aporten en torno a los 1.000 millones de euros cada una ese año. Puig, un grupo con 26 filiales y presencia comercial en 150 países, generó en España 280 millones, un 3% menos, por la consolidación de actores en el canal de perfumerías, y también retrocedió un 6%, hasta los 800 millones, en los mercados emergentes, afectado por el tipo de cambio en países como Argentina o Brasil.