Mercadona, compañía de supermercados físicos y de venta “online”, eliminó la semana pasada de forma definitiva de todas sus tiendas las bolsas de plástico de un solo uso. Las más de 1.600 tiendas de la cadena ya solo ofrecerán a los clientes tres tipos de bolsas: las de papel, las de rafia y las bolsas con un 50-70% de plástico reciclado procedente del embalaje recuperado en sus tiendas. Esta última alternativa, según la empresa, es el fruto del compromiso conjunto de clientes, empleados y proveedores, y de su implicación en el aprovechamiento de los recursos, la reducción, la reutilización y el reciclaje para alargar la vida de los materiales y evitar que acaben en el vertedero.
Para su fabricación la compañía, aplicando los principios de la economía circular, reaprovecha anualmente más de 3.000 toneladas de plástico procedente de los embalajes recuperados en sus tiendas, que después envía a sus bloques logísticos por logística inversa y desde allí al gestor autorizado Saica, que lo convierte en granza, para que el fabricante Plasbel le dé una segunda vida en forma de bolsas para transportar la compra. Con esta medida, que se inició en 2018 en 66 tiendas y ha ido implantando al resto de la cadena de manera progresiva, el cliente que haya olvidado su bolsa en casa ya puede escoger entre la tradicional cesta de rafia de cincuenta céntimos de coste, una bolsa de papel a diez céntimos, y una bolsa con un contenido de plástico reciclado entre el 50% y el 70%, también a diez céntimos la unidad.