El perfil en Linkedin es la carta de presentación del usuario y es clave para tener o no éxito en esta red de contactos profesionales. Según explicó Rosaura Alastruey, el perfil “tiene que se completo y con presencia multimedia, encabezamiento y recomendaciones. Es decir, deber ser visual y relacional”. Durante la sesión, que tuvo momentos de ejercicios prácticos, se pudieron observar algunos perfiles perfectamente editados. En España en general “no están mal aunque son un poco aburridos”. Porque “tenemos que empezar a aprender la vida de manera visual. No se trata de explicar los que hacéis, sino que lo demostréis”. Por eso, recomendó mantener, al menos, dos o tres archivos en cada apartado de la presentación. Otra estrategia es saber manejar las palabras claves para que otros usuarios nos encuentren cuando busquen perfiles como el nuestro. Para ello, bajo el nombre, en el apartado dedicado a la actividad profesional (que tiene que ser una descripción precisa y singular), experiencia anterior y el texto de presentación, esa palabra clave deber salir como mínimo cuatro veces y “entre 15 y 35 veces en todo el perfil”, dijo esta experta. Además, el perfil debe estar activo. “Tenemos que hacer una publicación una vez cada dos días, y si es un blog una vez a la semana. Hay que ser como una gota malaya. Eso sí, se debe publicar pero no canséis, porque esto sería claramente contraproducente”.