La multinacional Ficosa, dedicada al desarrollo de tecnología y componentes para la automoción y con sede en Viladecavalls, cumple 70 años con el foco puesto en las nuevas tecnologías destinadas a una conducción más asistida, el vehículo autónomo, el coche conectado y la e-movilidad para liderar la actual transformación del automóvil. La compañía nació en 1949 cuando Josep Pujol Sucarrats apoyó a su hijo y actual presidente de la empresa, Josep Maria Pujol, con la fundación, junto con Josep Maria Tarragó, de un pequeño taller barcelonés, llamado Pujol i Tarragó, que se dedicaba a la fabricación de cables mecánicos para el mercado de repuestos. A lo largo de 7 décadas, la firme voluntad por la innovación y la internacionalización ha consolidado a Ficosa como un grupo global de referencia en el sector de la automoción y la movilidad con más de 10.500 empleados y presencia en 19 países de Europa, Norte y Sur América, Asia y África.
Según Xavier, Pujol, CEO de Ficosa, "una de las principales claves de nuestra trayectoria yace en la capacidad histórica de anticiparnos al futuro, sumada a una clara apuesta por la innovación. Esto nos ha llevado a ir transformando la compañía para avanzarnos a los cambios, ya sea, por ejemplo, siendo pioneros en salir fuera de España en los años 70 o diversificando nuestros productos según las necesidades del mercado". Los nuevos productos tecnológicos destinados a una conducción más asistida, el vehículo autónomo, el coche conectado y la e-movilidad se han convertido en los pilares del crecimiento de Ficosa. Durante los últimos años, la compañía ha llevado a cabo un importante plan de inversiones en nuevas tecnologías, que reforzará con 500 millones de euros en los próximos 4 años para impulsar su liderazgo en las áreas decisivas para el coche del futuro.
La compañía, que en 2017 facturó 1.280 millones de euros e invirtió en I + D en torno al 8% de sus ventas, prevé que en los próximos 5 años la facturación de sistemas tecnológicos ascienda de los 100 millones a unos 800 millones . Ficosa ha desarrollado y producido el retrovisor digital del Audi e-tron, el primer automóvil que sale al mercado con esta tecnología compuesta por cámaras y pantallas que sustituyen a los tradicionales espejos exteriores.
Liderazgo industrial
Este proyecto supone un punto de inflexión en la transformación tecnológica de la compañía y reafirma su liderazgo en sistemas de visión, marcando un hito en la industria de la automoción a nivel mundial. A finales de 2018, Ficosa también potenció su apuesta por la electromovilidad con la inauguración de su nuevo Hub de e-Mobility, un centro pionero a escala nacional e internacional en tecnología para la movilidad eléctrica. Situado en Viladecavalls, da empleo a más de 120 ingenieros y se convertirá en un laboratorio de referencia a escala mundial en el desarrollo de sistemas de electromovilidad para los vehículos híbridos y eléctricos.
"Como parte de nuestro ADN, la evolución de Ficosa ha ido siempre muy ligada a la transformación del automóvil. Hace unos años fijamos nuestras miras en productos tecnológicos y de alto valor añadido para el automóvil y apostamos fuertemente por nuestra transformación. El retrovisor digital y el nuevo Hub de e-Mobility son claros ejemplos de que, una vez más en la historia de Ficosa, supimos anticiparnos y tomar la decisión acertada", manifesta Xavier Pujol.
"Son muchos los kilómetros que hemos recorrido durante estos 70 años, pero la carrera hacia el coche del futuro es trepidante, por lo que estamos pisando el acelerador para impulsar nuestra innovación y continuar ocupando las primeras posiciones", añade Pujol. El esfuerzo por capitalizar las innovaciones y los últimos avances también se ha traducido en una importante ampliación del equipo de ingeniería enfocado a estos nuevos productos tecnológicos, alcanzando una cifra récord de más de 1.170 ingenieros a escala mundial. De estos, más de 700 trabajan en Viladecavalls, el centro de ingeniería más importante del grupo en el que sólo en 2017 se contrataron a 160 ingenieros.
Durante los últimos cinco años, Ficosa ha reforzado su alcance global con nuevas plantas situadas en Jandira (Brasil), Shenyang (China) y Cookeville (Estados Unidos) y Rabat (Marruecos), que en 2018 supuso el aterrizaje de la compañía en el continente africano. Además, recientemente la compañía ha potenciado su presencia en la vecina Portugal con unas nuevas instalaciones en Maia.