La Fundació Bancària "la Caixa", a través de las oficinas de CaixaBank, dedicó 43,6 millones de euros a apoyar proyectos sociales locales durante el año pasado. Esta acción social se destina a impulsar proyectos de pequeña envergadura pero de gran calado en los territorios en los que opera la entidad financiera y completa los grandes programas que lleva a cabo la Fundació Bancària "la Caixa", primera fundación privada de España y una de las más importantes del mundo, con un presupuesto de 545 millones de euros en 2019.
Gracias a su capilaridad territorial, la red de oficinas de CaixaBank apoya a esta fundación en su labor social, detectando las necesidades locales y canalizando una parte de su inversión social. La colaboración entre ambas instituciones hace posible que miles de entidades y asociaciones puedan acceder cada año a las ayudas de la Fundació. En toda España, casi 9.500 entidades (más de 11.500 proyectos) han recibido un impulso gracias al compromiso de las oficinas de CaixaBank con el tejido social de su entorno y al presupuesto que la Fundación Bancària "la Caixa" reserva para estas iniciativas.
La inversión social se ha distribuido en función de las necesidades consideradas prioritarias y el grueso de los fondos se ha destinado a programas relacionados con enfermedades, discapacidad o adicciones (37%). Un 30% del presupuesto se ha dedicado a entidades que luchan contra la pobreza; programas relacionados con inmigración y marginación social aglutinan un 12% de los fondos; y la inserción laboral supone el 5%.
Cultura y educación
El 15% restante se ha dedicado a otras acciones como programas de cultura o educación (9%), actividades lúdicas para personas mayores o menores (6%), ciencia, medio ambiente e investigación (1%). Asociaciones como el Grupo de Educadores de Calle y Trabajo con Menores (GREC) de Palma de Mallorca, la Confederación Española de Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral en Salamanca o la Fundació Amics de la Gent Gran en Barcelona, son ejemplos de entidades locales que han recibido parte de estas ayudas. "Los empleados tienen una estrecha relación con su entorno, con sus barrios y sus pueblos. Conocen a fondo los problemas más acuciantes y a las entidades sociales que trabajan para paliarlos. Por eso son un activo muy valioso para que la obra social pueda llegar a rincones que de otra forma serían invisibles y mejorar la vida de miles de personas", sostiene el presidente de CaixaBank, Jordi Gual. "Queremos estar en cada territorio, cada comunidad, cada barrio. Porque cada persona merece nuestra atención, especialmente las más vulnerables", afirma el presidente de la Fundació, Isidro Fainé.