El BBVA cerrará a finales de marzo cuatro oficinas en Terrassa, con lo que su red en la ciudad quedará en 27 sucursales y cajeros. Conjuntamente con la histórica sucursal de la calle de la Rutlla, cesarán en su actividad la oficina de La Maurina (calle Núria, 155), Sagrada Familia (calle de Faraday, 115) y la de la calle de Alexander Bell, 88. Las operaciones ordinarias que se llevan a cabo en estas tres últimas oficinas pasarán a gestionarse, según fuentes del banco, en la sucursal de la avenida de Àngel Sallent, número 76, mientras que la actividad más especializada se atenderá en la principal del Portal de Sant Roc, ya adaptada al nuevo modelo de organización funcional (oficinas de mayores dimensiones y especializadas) de la red. Estos cierres se enmarcan en el plan general de adelgazamiento de la red del BBVA, que prevé la desaparición de 175 oficinas en España y México en 2019 por la aplicación de nuevos medios de gestión de negocio. Los clientes utilizan cada vez más los canales digitales y remotos, a la vez que demandan mayor asesoramiento en servicios financieros. En este entono, el canal físico sigue perdiendo peso en el conjunto del sector.
El cierre de estas oficinas egarenses responde, según BBVA, a la “gestión dinámica de la red en función de la demanda”, por la que la red se va ordenando teniendo en cuenta el volumen de clientes y operativa de cada sucursal. A excepción de la ubicada en la Rutlla, se trata de oficinas de pequeñas dimensiones (las más grande es la de Faraday) y con plantillas reducidas. “La actividad ordinaria en las sucursales pequeñas va a la baja; el cliente requiere servicios más especializados que se ofrecen en oficinas más grandes, donde tenemos estos recursos”, dice BBVA. Según estas fuentes, estos cierres no implicarán en principio despidos y los empleados serán recolocados en “función de su perfil profesional”. El cese de las cuatro oficinas será a finales de marzo pero, de momento, el banco no ha adelantado la fecha exacta. No hay previstos nuevos cierres en Terrassa.
Primera sede propia
Como ya adelantó este diario, entre las oficinas afectadas se encuentra la situada en la calle de la Rutlla, que albergó a partir de 1896 y hasta 1997 la primera sede social propia de la extinta Caixa Terrassa. El BBVA informó en su día que esta sucursal, a pesar de su carácter “emblemático”, ya no era una sucursal de “cabecera desde hacía tiempo” por su volumen de clientes (una cuarta parte de lo que aglutina la oficina principal del Portal de Sant Roc). En 1977, coincidiendo con el centenario de la entidad, Caixa Terrassa trasladó su sede corporativa desde la oficina de la Rutlla a la calle del Portal Nou. Permaneció allí hasta el año 2001. El 15 de junio de ese año se inauguró la que sería su última sede social, el edificio situado en la Rambla d’Egara, que ocupó primero como Caixa Terrassa y luego como Unnim. Este edificio continúa en manos del BBVA, que adquirió Unnim (fusión de las antiguas cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu) en diciembre en 2012 .