La primera incubadora europea de alta tecnología en impresión en 3D tiene acento terrassense. La 3D Factory Incubator, que se inauguró oficialmente ayer con la presencia de Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación, es una iniciativa liderada por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) y la Fundación egarense Leitat, que cuenta con respaldo de fondos europeos a través de la Fundación Incyde de las cámaras de comercio. El nuevo espacio, de seiscientos metros cuadrados y ubicado en la sede corporativa del Consorci, albergará cada año entre 25 y treinta empresas, especialmente "start-ups" y pymes, aunque también grandes compañías, para llevar a cabo, desde la concepción a la producción, todo el desarrollo de la cadena del producto. La incubadora, además, es el embrión del "hub" DFactory de economía 4.0 (70 mil metros en tres edificios) que comenzará sus obras en primavera en los terrenos que ocupó Seat en el CZFB.
Además de Duque, el acto contó con la asistencia de Pere Navarro, delegado especial del Gobierno en el Consorci de la Zona Franca (CZFB), Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, Àngels Chacón, consellera de Empresa i Coneixement, Josep Lluís Bonet, presidente de Incyde, y Jordi William Carnes, presidente de la Fundación Leitat. "No es casualidad que esta incubadora esté en Barcelona y eso obedece a que el tejido industrial de innovación de Catalunya es enormemente potente", aseguró Pedro Duque, que añadió que la inauguración de la 3DFactory Incubator supone "una gratísima noticia que implica que empezamos a estar por delante en las cosas que importan". El ministro de Ciencia e Innovació, que aseguró que el Gobierno intentar mantener el equilibro "para que las zonas desarrolladas se acerquen a la vanguardia y otras menos favorecidas tengan acceso también a la tecnología", manifestó que espera que la inauguración de la 3D Factory Incubator "sea sólo el principio de otras muchas cosas que pasarán en Barcelona".
La revolución más acelerada
William Carnes, presidente de la Fundación Leitat, fue el primero en intervenir en el turno de discursos. "Tenemos la suerte que otras generaciones no han tenido: participar en la revolución más acelerada de la historia, que afecta a todos los ámbitos del ser humano", aseguró William Carnes, que reafirmó el compromiso del Leitat "en el desarrollo de las manufactura del siglo XXI" y por velar que la transición hacia la nueva industria no sea "traumática". Asimismo, consideró que la colaboración del Consorci y Fundación Leitat "muestra la evolución hacia la industria del siglo XXI, porque somos un país que no quiere renunciar a la industria, participamos en su redefinición para que siga estando a la vanguardia".
Obligados a explorar
Por su parte, el terrassense Pere Navarro, delegado del Gobierno en el CZFB, destacó la colaboración entre diferentes instituciones, públicas y privadas, para llevar a cabo el proyecto y dijo que como administración pública "estamos obligados a explorar" nuevos espacios. "Antes las fábricas estaban fuera de las ciudades. Ahora, la industria 4.0 está dentro del ámbito de oficinas" y supone, además, un "cambio radical en la producción, con una logística diferente, que supone fabricar piezas a demanda para sectores tan diferentes como la sanidad, los bienes de equipo o la automoción". Ese cambio en la manera de fabricar también requiere "profesionales distintos" y debe derivar "en beneficio económico, beneficios social y desarrollo sostenible". Josep Lluís Bonet, presidente de la Fundación Incyde, aseguró que la incubadora que se inauguró ayer es "la primera de las once que vamos a poner en marcha en los próximos años" desde la red Incyde,
Para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la incubadora "impulsa la metrópolis barcelonesa como uno de los grandes polos de innovación del sur de Europa. Permitirá que los avances de la impresión 3D impulsen el tejido productivo local y, en especial, las pymes, que crecen y se desarrollan en un sector estratégico, y que genera empleo de calidad, como el tecnológico. Es un paso adelante para Barcelona como referente de una forma de producir y trabajar más sostenible y eficiente". Este proyecto consolida el potencial de Catalunya como "hub" tecnológico", aseguró, por su parte, la consellera de Empresa Àngels Chacón, que remarcó que en el actual contexto global "o vamos juntos o no iremos a ninguna parte". Las nuevas instalaciones están preparadas para incubar a más de 100 empresas en cinco años: "start-ups", pymes y micro empresas que se seleccionarán, año tras año, en todo el mundo y que, en este espacio, podrán tener acceso a impresoras industriales de última generación de seis tecnologías diferentes, a mini impresoras y también a áreas post-procesamiento, de diseño o de metrología. Un espacio que será punto de encuentro entre pequeñas empresas altamente tecnológicas, pero también con grandes firmas. También ofrecerá consultoría de negocio, certificación de piezas o actividades de comercialización. Todas las empresas incubadas podrán estar en este espacio durante un año.
Primera convocatoria
En la primera convocatoria se presentaron un total de 43 empresas, de las cuales 34 se hallan en trámite de aceptación tras constatar que cumplen con los requisitos de acceso. La incubadora pretende contribuir a dinamizar la transformación productiva de las pequeñas y medianas empresas hacia el entorno de la industria 4.0 de modo en línea con los objetivos de la Estrategia UE2020 y Horizonte 2020,
El 3DFactory Incubator representa el embrión de lo que será el futuro D-Factory. Un novedoso espacio que contará, por ejemplo, con zonas de aterrizaje para drones, y que está destinado a acoger a empresas ligadas a la Economía 4.0 (impresión 3D, pero también robótica o firmas del sector biotecnológico). Los terrenos del Consorci de la Zona Franca de Barcelona donde se hallaba la antigua factoría de Seat albergarán, a partir del año 2020, este centro, que cuando esté acabado ocupará más de 70.000 metros cuadrados y habrá supuesto una inversión de 100 millones de euros. Los primeros edificios del D-Factory ocuparán 17.500 metros cuadrados y estarán listos el año que viene, tras una inversión de cerca de 20 millones de euros. La voluntad de ser, como apuntó Pere Navarro, una "nave industrial del siglo XXI" se manifestará en la propia estructura del centro, que se caracterizará por una arquitectura que conjugará las formas típicas de la industria con acabados de cristal, interiores diáfanos y soluciones sostenibles.