El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 7.810 millones de euros en 2018, el 18% más que un año antes. Ana Botín, presidenta de la entidad, destacó ayer que 2018 “ha sido un año excelente para el grupo”, al completarse “con éxito” su plan estratégico a tres años (2016-2018), y que para lograrlo ha sido “clave” el foco en ganarse la confianza de los clientes y en la transformación digital. “Gracias a ello, continuamos como uno de los bancos más rentables y eficientes del mundo entre nuestros competidores”, añadió Botín, para quien la prioridad de la entidad de aumentar la vinculación de clientes ha sido “fundamental”.
Durante 2018, creció en 2,6 millones los clientes vinculados (aquellos que consideran a Santander su entidad principal) mientras que los digitales aumentaron en 6,6 millones, hasta situarse en 32 millones, según el Santander, que explicó, en un comunicado de prensa, que casi un tercio de las ventas totales se realizan actualmente a través de canales digitales.
Botín también destacó que Latinoamérica sigue siendo un motor importante de crecimiento del Grupo, con buen progreso especialmente en Brasil y México, mientras que en España, la integración de Popular avanza “más rápido de lo previsto”. Según los resultados, en 2018, Europa contribuyó un 52% al resultado del Grupo y América, un 48%. Brasil fue el país que más aportó a los resultados generales, con un 26% del beneficio ordinario, seguido de España, con un 17%, y el Reino Unido y Santander Consumer Finance (SCF), con un 13% en ambos casos. En Brasil, el beneficio atribuido aumentó un 2%, hasta 2.605 millones de euros; mientras que en España ganó 1.458 millones, un 28% más. En Reino Unido, el beneficio atribuido cayó un 9%, hasta 1.362 millones de euros, mientras que el de Santander Consumer Finance se incrementó hasta los 1.296 millones de euros.
En México, el beneficio aumentó un 7%, hasta 760 millones; en Chile, el 5%, hasta 614 millones, mientras que en EEUU ganó 552 millones de euros, el 35,3% más.
Ortodoxia fiscal
La presidenta del Santander, Ana Botín, durante la presentación de resultados, defendió la importancia de una política fiscal ortodoxa que permita que la economía crezca de forma sostenible, consistente en pagar impuestos solamente donde se generen beneficios. La directiva explicó que el Santander tiene una tasa impositiva del 35%, lo que le ha llevado a pagar unos 5.200 millones de euros en impuestos en 2018. “No tiene sentido pagar dos veces por lo mismo o pagar un gravamen por pérdidas”, remarcó. Se refirió en este sentido al hecho de que la entidad que preside deba pagar impuestos en el país donde genera beneficios y luego volver a someter las ganancias restantes que se traen a la matriz a nuevas imposiciones, o que los accionistas, sobre todo los minoritarios (en torno al 40%), tengan que aplicar retenciones a los dividendos recibidos. Botín manifestó que es “importante” la ortodoxia fiscal para no terminar cargando el mayor coste a los clientes en el acceso al crédito. Con todo, reconoció que los gobiernos nacionales están “haciendo mucho”.
Por otro lado, destacó que la economía española crece por encima de la media europea y la calificó de “equilibrada”. “Es muy importante que sigamos con este proceso”. Botín remarcó que el Santander cuenta con unos planes de contingencia “perfectamente preparados” sea cual sea el escenario final en el que se haga efectivo el Brexit. No obstante, admitió que un “divorcio” sin acuerdo tendría efectos negativos para la economía británica, por lo que pide evitar a toda costa que esto ocurra.