Catalunya cerró 2018 con un total de 451.400 parados, lo que supone una reducción del 5,82% en comparación con el último trimestre de 2017, con 27.900 desempleados menos, y lo que sitúa la tasa de desempleo en el 11,75%, casi nueve décimas por debajo de la registrada al finalizar de 2017, del 12,63%. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el INE, el número de ocupados en Catalunya al culminar 2018 era de 3,39 millones de personas, del total de 19,56 millones de trabajadores de toda España.
En el último trimestre del año pasado, la tasa de ocupación en Catalunya descendió un 0,08%, aunque en el conjunto del año se incrementó un 2,26%. En el conjunto de España, el número de ocupados aumentó en 566.200 personas en 2018, cifra que no se alcanzaba desde 2006, hasta lograr los 19,56 millones de trabajadores, mientras que el número de desempleados disminuyó en 462.400 personas hasta los 3,3 millones, con lo que la tasa de paro se situó en el 14,45%.
En tercer lugar
Por regiones, el mayor incremento del empleo en 2018 lo experimentaron Andalucía (118.600 más), Comunidad de Madrid (108.600) y Cataluña (75.000), mientras que el mayor aumento relativo se dio en Baleares (6,86 %). En Catalunya, el número de activos ascendió a 3,84 millones de personas, un 1,24% más que un año antes y 47.000 más en términos absolutos. Respecto a las 451.400 personas desempleadas, 220.100 son hombres y 231.399, mujeres, lo que deja la tasa de paro por sexos en un 10,91% para los primeros y en un 12,67% para las segundas. En 2018, el empleo en España aumentó especialmente en los servicios, con 428.000 puestos más en el conjunto del Estado aunque también en agricultura (4.900), mientras que disminuyó en la industria en 3.000 ocupados.
También a nivel estatal, el empleo a tiempo completo se incrementó en 476.800 personas y el de tiempo parcial, en 89.400, de forma que la tasa de personas que trabajan por debajo de la jornada completa aumentó hasta el 14,8%. Los sindicatos CCOO y UGT de Catalunya denunciaron ayer la "escasa calidad" del empleo y la persistencia de la temporalidad y parcialidad laboral, pese a la evolución positiva de la ocupación que muestran los últimos datos de la EPA.
Baja actividad
"A pesar de la evolución positiva de la ocupación, continuamos con unos datos tanto de actividad como de ocupación muy bajos, siendo sobre todo las mujeres las más alejadas del mercado de trabajo", aseguro CCOO en un comunicado, en el que también señala que la tasa de temporalidad se mantiene en el 22,06%. Por su parte, UGT de Catalunya considera que "el mercado laboral catalán sustituye puestos de trabajo en la industria por ocupación en los servicios, externalizaciones, temporalidad y precariedad", y señala que en el último año se han perdido 3.000 puestos de trabajo en la industria en en España. El secretario general de la patronal egarense Cecot, David Garrofé, celebró los datos de la EPA referentes a 2018 y destacó el "dinamismo y la competitividad" de la economía catalana. En este sentido, remarcó que Catalunya ha sido la comunidad autónoma donde más puestos de trabajo se han creado, aunque advirtió de que la previsión de crecimiento para España (del 2,6%)
mantendrá la tendencia pero a un ritmo inferior al de los últimos años. Cecot destaca sobre todo la disminución del paro juvenil (baja hasta el 33,5%) y en los ocupados de larga duración ( hasta un 17,4%). En un comunicado, Garrofé dice al Govern que ahora es el momento de "implementar medidas estructurales" para conservar la tendencia y adaptar el marco a los actuales modelos económicos. En este sentido, recuerda las reiteradas peticiones que se vienen realizando desde hace tiempo en la línea de reducir el paro, disminuir el desempleo estructural y prever la cohesión social en nuevos modelos económicos y dinámicas empresariales, y aunque aplaude la subida del SMI por parte del Gobierno, remarca que "únicamente las subidas salariales no son la solución". Garrofé solicita medidas como "reducir las cotizaciones y no gravar el trabajo porque el incremento de costes empresariales tiene un impacto directo sobre la competitividad" y podría frenar el crecimiento.