La economía española creció el 0,6% entre julio y septiembre, el mismo ritmo al que ya lo hizo durante los dos primeros trimestres del año, impulsada por el consumo interno que, sin embargo, empieza a mostrar una leve desaceleración. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer el dato trimestral que ya adelantó hace dos meses, aunque también ha corregido a la baja, en una décima, la variación interanual del PIB, para dejarla en el 2,4%, su nivel más bajo en cuatro años.
Esa tasa interanual (que mide cuánto ha aumentado el PIB entre el tercer trimestre de 2017 y el de 2018) es también una décima menos que el avance logrado en el segundo trimestre del año.
Así, el PIB interanual acumula ya tres meses de desaceleración, puesto que desde el 3,1% trimestral con el que acabó 2017 pasó al 2,8% en el primer trimestre de 2018, al 2,5% en el segundo y al 2,4% en el tercero. No se registraba un ritmo tan lento desde finales de 2014.
Tras darse a conocer este dato, que es cinco décimas inferior al registrado en el tercer trimestre de 2017, la Cámara de Comercio de España ha querido destacar que también es ocho décimas superior al de la zona euro y seis décimas mayor que el de la Unión Europea.
La leve contención del PIB español interanual se debió en parte a que la demanda interna no aportó tanto como se había previsto inicialmente (dos décimas menos) ni como lo hizo en el trimestre anterior (tres décimas menos), aunque sin duda siguió siendo el principal soporte del crecimiento económico español, al aportar 2,8 puntos.
Demanda interna
Así, aunque la aportación de la demanda interna del tercer trimestre es la más baja de los cuatro últimos trimestres, permitió compensar la caída de la demanda exterior, que restó 0,4 puntos al PIB, una décima menos de lo que se había previsto, pero dos décimas más que en el trimestre anterior. Volviendo a los términos intertrimestrales (que observan la evolución del PIB entre el segundo y el tercer trimestre de este año) destaca el avance del 0,8 % del consumo de los hogares. Ese avance es dos décimas más de lo que se había calculado en un principio y supone un notable incremento si se tiene en cuenta que en el segundo trimestre este parámetro no registró variaciones. En términos interanuales el consumo de los hogares creció el 2,1%, en línea con el trimestre anterior y ocho décimas menos que en el primero.