Foment del Treball y la Cecot han iniciado los contactos para preparar el regreso de la patronal egarense al seno de Foment, del que fue expulsado hace prácticamente un año por extralimitarse de su ámbito territorial e incumplimiento de los estatutos. Josep Sánchez Llibre, muevo presidente de Foment deTreball, fue el impulsor de la reunión que mantuvo en Barcelona, días atrás, con su homólogo en Cecot, Antoni Abad, un encuentro en el quedó patente por ambas partes la voluntad de volver a colaborar. Fuentes de Cecot, consultadas por Diari de Terrassa, califican el encuentro “como una primera toma de contacto”, en el que se hizo patente que existe “voluntad de acercar posiciones” para encauzar el retorno de Cecot. Sin embargo, esas fuentes matizan que en el encuentro no se abordaron ni se entró en profundidad en asuntos claves que Cecot reivindica para que su encaje en Foment sea más cómodo.
La patronal local apuesta por “modernizar Foment, cambiarla desde dentro, con la idea de que sea una patronal fuerte que recupere liderazgo”, dicen fuentes de Cecot. Ambas partes se emplazaron a reunirse de nuevo en un marco de discreción para acabar de acercar posiciones. De hecho, recuperar a Cecot fue una de las banderas que esgrimió Sánchez Llibre en su programa para acceder a la presidencia de Foment. “En su programa incluía recuperar los contactos con Foment y también con Pimec, y es, de hecho, lo que está haciendo”, añaden esas fuentes. Si finalmente prosperan los contactos, la reincorporación de Cecot se debería elevar y someterse a la aprobación de los órganos de gobierno de ambas patronales catalanas.
La salida de Gay de Montellà
Tras la salida de Joaquim Gay de Montellà de la presidencia de Foment se allanó el camino al retorno de Cecot. Algunas fuentes atribuyen el motivo de la expulsión, precisamente, a las fuertes “desavenencias” que existían entre ambos presidentes. De hecho, la junta directiva de Foment decidió expulsar a Cecot hasta que expirase, a finales de 2018, el mandato de Gay de Montella como presidente. Los motivos de la suspensión de Cecot como socio de Foment se basaron en cuestiones de ámbito territorial, de competencias geográficas y de invasión de las funciones de Foment del Treball.
En el expediente abierto a Cecot, Foment incluía básicamente dos puntos en los que la actuación de la patronal vallesana habría sobrepasado los estatutos como miembro de la patronal catalana al adoptar decisiones unilaterales que trascienden de su ámbito territorial sin contar previamente con la coordinación con la entidad catalana. Uno de los puntos de conflicto fue la carta que envió Cecot al ministro de Economía, Luís de Guindos, en la que expresaba su oposición al decreto aprobado en octubre que facilitaba a las empresas el cambio de sede sin pasar por la junta de accionistas, si no había una constancia en los estatutos de la compañía expresamente en contra de esta posibilidad.
Alegaciones
En sus alegaciones, Cecot consideraba que no se saltó los estatutos de Foment, porque la iniciativa la presentó previamente en la junta directiva de Fepime y así consta incluso en las actas de esta entidad. El segundo elemento de fricción fue la integración de Cecot en la Taula per la Democràcia, un colectivo creado tras la jornada de referéndum del 1-O en protesta por la actuación policial en aquella jornada y que convocó un paro de país el día 3 de octubre, al que no se sumó Foment. En este caso, Cecot alegó que tampoco se saltó los estatutos porque en este organismo estaban incluidos otras patronales, como Pimec, y los sindicatos mayoritarios y otras, hasta alcanzar el medio centenar. Y, además, la patronal vallesana pidió a los promotores que ofreciesen la entrada a Foment, que lo rechazó.