La empresa Serrano Equipament Escolar i d’Oficina nació en 1986 en la calle de Pardo Bazán, en Terrassa, de la mano de Fulgencio Serrano Landa, con la estrecha colaboración de su esposa, Montserrat Marín Campos. Hoy en día, el negocio está dirigido por Montserrat y Raquel Serrano, hijas del matrimonio fundador, y conserva gran parte de la esencia que la hizo crecer y consolidarse. Fulgencio Serrano supo combinar con acierto sus dos facetas profesionales como carpintero y comercial y esa esencia continúa viva todavía.
Actualmente, siguen siendo fabricantes y comercializadores. Esta doble condición ofrece a sus clientes la posibilidad, siempre valorada y útil, de elaborar proyectos a medida. “Adaptamos nuestros productos a las necesidades de cada espacio, tanto para los tamaños como para los acabados que pueden ser personalizados para cada proyecto”, explica Raquel Serrano. “Y esto actualmente no lo hace todo el mundo”, remarca.
La raíz de la empresa fue el mobiliario escolar, especialmente mesas, sillas y armarios. Con el paso de los años, el abanico de productos se ha ido ampliando con la renovación y mejoras introducidas en las escuelas. Despachos, juegos infantiles, suelos de seguridad de caucho y un largo etcétera, se integran, entre otros múltiples artículos, en el amplio catálogo de la empresa, en el que destaca su riqueza de materiales y acabados. También son característicos los proyectos a medida, para lo que se cuenta con la colaboración de un equipo de arquitectos. “Nos solicitan muchos productos personalizados que evidentemente no están en el catálogo ni en la web, añade.
La sede de la empresa se encuentra en la carretera de Martorell. “En la calle de Pardo Bazán, mi padre estuvo cuatro años. Requería maquinaria más grande y el local se quedó pequeño”. La actual nave aloja un taller de carpintería y ebanistería, donde se fabrican los productos más tradicionales y propios del catálogo (en otros se actúa como distribuidores). En ese inmueble también se encuentran las oficinas y la logística (con un muelle de carga para camiones). “Somos una empresa familiar y nos gusta tenerlo todo reunido en un mismo emplazamiento, con ello ganamos en agilidad”, comenta. Con el paso del tiempo, esta pyme egarense ha incrementado notablemente su target de clientes. No sólo ofrece sus servicios a toda la comunidad escolar (desde guarderías a la universidad), sino también a empresas, centros deportivos y otros equipamientos. Asimismo, ha extendido su radio de acción. Aunque se centra básicamente en Catalunya, su presencia en internet genera que los pedidos le lleguen desde cualquier punto de España.
También en el exterior
También trabaja ocasionalmente para el exterior a través de empresas “amigas” de su mismo sector. Francia, Guinea Ecuatorial o Malta son países donde ha dejado su huella. “Vemos el futuro con optimismo, siempre estamos animados para afrontar nuevos proyectos. Durante la crisis notamos la caída de la actividad, como todos, pero siempre estuvimos trabajando”, dice Raquel Serrano. Ahora, en el sector escolar aparecen nuevas oportunidades. “La escuela quiere renovarse y cambiar. Los nuevos proyectos educativos conllevan cambios en el espacio y el mobiliario”. Esta pyme presenta otra singularidad. Desde sus inicios siempre ha trabajado con un único banco, en este el caso el BBVA. “Somos de este perfil. Si trabajas con alguien que te responde y obtienes buenos resultados, no somos partidarios de cambiar. Y éste ha sido el caso del BBVA. Estamos muy contentos con ellos, no nos ha fallado jamás cuando lo hemos necesitados y eso que ya llevamos muchísimo tiempo de relación”, dice Raquel Serrano.