Diners

Casamitjana: Un centenario de diseño

La histórica Casamitjana, empresa terrassense de carácter familiar y especializada en mobiliario de diseño, celebra este año su centenario. Hace ya un siglo que Antoni Casamitjana, bisabuelo de los actuales gestores, inició el negocio familiar con un pequeño taller de carpintería. Cien años después, Casamitjana es una marca reconocida que distribuye y vende las primeras firmas internacionales y nacionales en todo el Estado y, puntualmente, en otros países. “El secreto de alcanzar el centenario no otro que el esfuerzo y la constancia y tener pasión por el diseño. Y sobre todo quiero valorar la tarea que desarrolla todo el equipo humano de la empresa”, dice Oriol Casamitjana, actual gerente de la empresa y perteneciente a la cuarta generación familiar.

La compañía se ha consolidado como un referente en la venta de mobiliario tanto del hogar como de oficina, y se caracteriza por una tendencia innovadora marcada por la influencia de arquitectos como Le Corbusier, Saarinen o Aalto. Ofrece sus productos a clientes particulares, empresas, arquitectos e interioristas, hoteles y restaurantes. Su valores son el compromiso social y medioambiental, integridad, transparencia, pasión y perseverancia, y conciliación de la vida laboral y la familiar. Esta pyme fue pionera en materia de responsabilidad social corporativa (RSC).

En 2009 se convirtió en el primer comercio español en obtener el certificado de empresa familiarmente responsable (EFR), con especial incidencia en aspectos de conciliación de la vida laboral y familiar. Hace cinco años, en 2013, recibió el Premi Barcelona a la Empresa Conciliadora. También obtuvo el premio de la Cambra de Terrassa a la RSC. Estas políticas, dice Oriol Casamitjana, son el ADN de la empresa. “Tener al equipo humano más satisfecho sólo trae beneficios. Disminuye el índice de rotación y se fideliza más a los profesionales y a los colaboradores”, comenta.

Dos expositores
Para asesorar y seleccionar los productos acordes a cada proyecto, la compañía cuenta con dos “showrooms”, uno en Terrassa, en la calle de Vallhonrat, y otro en Barcelona, y un equipo de doce personas que acompañan al cliente desde la primera toma de contacto hasta la entrega y montaje final. La empresa es 100% familiar, y sus acciones están repartidas entre la tercera y la cuarta generación, siendo esta última la que dirige actualmente la compañía. “Estamos trabajando en la consolidación del mercado de Barcelona y de toda Catalunya como referente del mueble del diseño, y no sólo para el cliente final, sino también para arquitectos e interioristas”, dice Oriol Casamitjana.

Su bisabuelo, Antoni Casamitjana, inició la actividad del negocio familiar en 1916 en Terrassa con un taller de carpintería y los primeros trabajos de compraventa de mobiliario. No fue hasta 1918 que el negocio se oficializó, bajo el nombre de “Antoni Casamitjana – Mobles el bon tracte”. Josep Casamitjana, hijo de Antoni, fue exiliado durante la Guerra Civil. Al volver, el negocio había cambiado su nombre al castellano “Antonio Casamitjana – Muebles el buen trato”. En 1956 Josep inauguró una segunda tienda en Terrassa llamada “Yago Decoración”. Después de un viaje a Francia, donde descubre a Le Corbusier, Josep se interesa por las tendencias europeas del diseño más innovador (Bauhaus, Thonet, entre otros). Años más tarde sufre un derrame cerebral, lo que le deja impedido físicamente y cerebralmente. Durante los cinco años siguientes, tanto el núcleo familiar como el negocio sufrieron una complicada situación. Serán los hijos (Toni y Santi) y la mujer (Ángela) quienes ayuden a solventarla.

Santi, que toma las riendas del negocio, compartía con su padre la gran afición por el diseño. En 1980 traslada la tienda a un emblemático local situado en la Calle Portal Nou, dentro de un antiguo vapor textil. En 2001 se inaugura la nueva exposición de Casamitjana en Terrassa en un espacio de 1.200 metros cuadrados.

En esos años, la ciudad vivía un auténtico boom inmobiliario, lo que favorece al sector del mueble y la decoración. Aprovechando la situación, la empresa adquirió una nave industrial también en nuestra ciudad. Durante el ejercicio de 2009, coincidiendo con la crisis económica, sufre una caída de casi el 50% de las ventas respecto al ejercicio 2007, que había sido el de mayor facturación de su historia “De la crisis salimos con esfuerzo y constancia. Aprendimos a aprovechar al máximo nuestros recursos; también tomas conciencia de que la gente que te ha acompañado siempre, lo sigue haciendo en esos momentos y esto es muy gratificante”, comenta el actual gerente de la empresa. “Durante la crisis supimos hacernos conocidos como marca en Barcelona”, añade. Así, en 2011 se abrió el primer establecimiento en Barcelona, que será sustituido en 2016 por el actual en la calle de Johann Sebastian Bach. Santi Casamitjana y su esposa, Carme Marcet, dejaron paso a sus hijos en la dirección del negocio hace ya algunos años, cuando accedieron a la jubilación. Desde entonces, Casamitjana, con Oriol (director) y Pol, hijos de Santi y Carme, a la cabeza de esta emblemática empresa, sigue activa en las dos ciudades, conviviendo con su propia historia y un gran reto de futuro.

To Top