¿En efectivo o con tarjeta? Esta simple pregunta, que ya se ha incorprado con una tremenda naturalidad a nuestro día a día, presenta un claro cambio de tendencia en los últimos años. El número de personas que se decanta por la segunda opción continúa creciendo, especialmente entre los más jóvenes. Así, los menores de 35 años realizan un 80% de sus transacciones con tarjeta, mientras que solo el 20% corresponde a retiradas de efectivo en cajeros. Esta proporción es incluso más acusada en grandes ciudades, donde además se observa que el número medio de transacciones con tarjeta ha subido un 170% entre 2015 y 2018 para todas las franjas de edad.
Estos son solo algunos de los indicadores que confirman el avance, en el largo plazo, hacia una sociedad "cashless" encabezada por los más jóvenes. Los datos, recogidos por BBVA Data & Analytics a partir del uso de tarjetas BBVA, siguen en la línea de las conclusiones de BBVA Research en el informe ‘El uso del efectivo y sus determinantes’, y reflejan una tendencia generalizada "al reemplazo del efectivo por instrumentos de pago electrónico en los últimos años".
En concreto, los expertos en datos han observado un "crecimiento sostenido" de los pagos con tarjeta en España en los últimos cuatro años, en todas las franjas de edad y en todas las zonas geográficas.
La diferencia -y el relevo- generacional en la preferencia por los pagos digitales frente al efectivo queda claramente reflejada en el análisis de BBVA Research. Según sus datos, los menores de 35 realizan un 44% menos de retiradas de efectivo que la media de la población española, mientras que los mayores de 60 años retiran un 33,2% más de dinero en cajeros que el resto.
La preferencia de los "millennials" por la tarjeta es más acusada en grandes poblaciones, donde un 83,7% son transacciones con tarjeta frente a un 16,3% de retiradas de efectivo. Además, la tendencia entre los "millennials" es clara: en los últimos tres años el porcentaje de retiradas de efectivo ha bajado 7,2 puntos en grandes ciudades para este grupo de edad.
Reducción
En este sentido, el informe de BBVA Research prevé que el uso del efectivo continúe reduciéndose en España debido a un doble efecto: el ya mencionado relevo generacional y la penetración de las tecnologías digitales. Ambos factores seguirán contribuyendo a un progresivo descenso del uso del efectivo frente a medios de pago alternativos, aunque no a una desaparición completa de este sistema de pago, al menos en el corto o medio plazo.
"A medida que las generaciones de mayor edad (que usan más efectivo) den paso a las nuevas generaciones -que prefieren los medios de pago electrónicos-, nos acercaremos a una sociedad sin efectivo en el largo plazo", apuntan los expertos.
Al observar la población española en general, el tamaño de la ciudad se convierte en un factor determinante en cuanto al uso de tarjeta: en las grandes ciudades es donde más ha incrementado el número de transacciones (un 170% de media por ciudad) frente a medianas (un 92%) y pequeñas (un 47%) entre enero de 2015 y enero de 2018.