L’empresa Sanmy, dedicada a la fabricación de bebidas refrescantes e instalada en Terrassa, ha llegado a un acuerdo con Sorbos, una compañía que fabrica pajitas comestibles y biodegradables para distribuir en exclusiva este producto en España y Andorra. La compañía terrassense, una de las históricas del sector, cerró el pasado ejercicio con una facturación de 11,3 millones, lo que supone un incremento del 14,2% respecto al año anterior. La directora general de Sanmy, Pilar Puértolas, explicó que el acuerdo estará vigente durante tres años, pretendiendo ofrecer este producto entre sus distribuidores y llegar a los clientes.
Puértolas precisó que las pajitas tienen ocho sabores diferentes: lima, fresa, limón, manzana verde, canela, jengibre, chocolate y neutro, además permite personalizarlas y eso “da mucho juego”, remarcó. Puértolas indicó que “no paran de recibir pedidos”, aunque no ha concretado una cantidad y qué supondrá para la facturación de la compañía. “Vemos un gran potencial en esta pajita, que además es complementaria de nuestros productos”, comentó Puértolas a Diari de Terrassa. Esta empresaria recordó que una pajita convencional “tarda 500 años en desaparecer. España es el país europeo que más utiliza, con trece millones de pajitas al día, y cinco mil millones al año. Es una auténtica barbaridad”. El ideólogo de las pajitas comestibles y de Sorbos es Víctor Sánchez, un criminólogo de formación, nacido en Badalona e instalado desde pequeño en Vilanova del Vallès, con experiencia en restauración que un día trabajando se le ocurrió la idea y “junto a un amigo pastelero fabricamos la primera hace seis años”, ya que, aseguró, ya estaba sensibilizado con la problemática del plástico. La ayuda de ingenieros de la Universitat de Barcelona (UB) les permitió obtener la fórmula, después de nueve meses de investigación y luego otros dos años para desarrollar el proyecto industrial, recordó Sánchez, trabajando en una planta de les Franqueses del Vallès, y actualmente, “en un espacio más grande” en Montornès del Vallès, que les permite producir, entre 2016 y 2017, 3,5 millones de unidades y que hoy día están duplicando esta cifra. No solo las instalaciones, también influye haber ganado uno de los Premios Pascual Startup, en 2016, y tener como socio del proyecto al distribuidor Gastronomía Fresca.
Proteger el planeta
Pilar Puertolas añade que “contar con Sorbos en el catálogo supone el complemento ideal para nuestro target, además de ayudar a hacer desaparecer los plásticos de un solo uso del planeta, como impulsan las nuevas normativas que se están elaborando desde la UE”. La CE presentó en mayo un paquete de medidas con el objetivo de reducir la producción de plásticos y la contaminación provocada por el vertido de algunos de productos, en especial en el mares y océanos. Entre las medidas propuestas, se incluye la prohibición de objetos de plástico, normalmente de un solo uso, como los bastoncillos, cubiertos, y pajitas para bebidas.