BBVA Research ha mantenido la previsión de crecimiento económico para España en el 2,9% este año y el 2,5% el próximo, aunque alerta de que podrían materializarse algunos riesgos que restarían dinamismo al crecimiento. Así lo indica en su último informe Situación España, presentado ayer por Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, y Miguel Cardoso, economista jefe de España y Portugal. De cumplirse este escenario, la tasa de paro se situaría en el entorno del 13,5% en 2019. A nivel internacional el informe alude a la subida del precio del petróleo, la incertidumbre política en Italia o Alemania y la amenaza de una espiral proteccionista a nivel internacional ante los aranceles impuestos por los Estados Unidos.
Según un comunicado hecho público ayer por el banco, a nivel nacional, persiste el impacto de la incertidumbre sobre la situación política en Catalunya, pese a que se ha reducido, de manera que se observa una desaceleración en la economía catalana. A esto se añade la incertidumbre asociada al cambio de Gobierno ante las dudas de las políticas que se implementarán, que se ha visto moderada por la intención de aplicar los Presupuestos del Ejecutivo saliente. Por otro lado, las estimaciones de BBVA Research sugieren que la tasa de paro podría situarse en el entorno del citada 13,5% durante 2019.
Casi 900 mil empleos nuevos
Así, y a pesar de que se espera una composición de la demanda algo menos virtuosa que la prevista hace tres meses, el avance de la actividad sería suficiente para crear cerca de 878.000 puestos de trabajo en el bienio 2018-2019. El banco prevé que el PIB crezca un 0,8 % intertrimestral en el segundo y el tercer trimestre gracias al aumento del gasto doméstico y a la contribución del sector de la construcción, tanto por parte de las familias como por la inversión público. En cambio, las exportaciones de bienes y la inversión en maquinaria y equipo se redujo en la primera mitad del año, debido en parte a la apreciación del euro frente al dólar y al incremento del precio del petróleo. Por su parte, las exportaciones de servicios se han acelerado, aunque se ralentizan los ingresos medios por habitación por la mayor competencia de destinos alternativos, cambios tecnológicos y eventos como los ataques terroristas o la tensión política.
Sesgo expansivo
El informe apunta que los Presupuestos de 2018 incluyen un "sesgo expansivo" en la política fiscal del Gobierno (que podría añadir casi cuatro décimas de crecimiento al PIB), lo que unido a la prolongación del proceso de normalización de la política monetaria (que mantiene bajo el coste de financiación) permite compensar desafíos como el alza del precio del petróleo. Sin embargo, este sesgo expansivo penaliza la corrección del déficit público, que, según los cálculos de BBVA Research se situará en el 2,8% del PIB, seis décimas por encima de lo inicialmente pactado por Bruselas (2,2% del PIB) y una décima más de la cifra negociada por el nuevo Ejecutivo (2,7%). Para 2019, estima que el déficit público cerrará en el 2,1% del PIB ( sin tener en cuenta potenciales medidas recogidas en las cuentas del próximo año) frente al 1,8 % pactado por el Gobierno. El servicio de estudios de BBVA prevé que, en un escenario en el que no se hubieran producido cambios en la política fiscal, el ciclo económico podría haber reducido el desequilibrio en las cuentas públicas en casi nueve décimas del PIB en 2018.
Sin embargo, según comenta BBVA en el comunicado difundido ayer, las políticas discrecionales adoptadas, por ejemplo, en los Presupuestos Generales del Estado en 2018, compensarán buena parte de la mejora cíclica, de manera que el déficit del conjunto de las administraciones públicas en 2018 se reduciría solo tres décimas, hasta el 2,8% del PIB. Para 2019, y pendientes de evaluar las medidas que pudieran incluirse en los presupuesto para el siguiente año, se espera una nueva reducción hasta el 2,1% del PIB. En este contexto, el Estado español podría salir del protocolo de déficit excesivo en 2018.