Francisco González, presidente de BBVA, ha presentado "La era de la perplejidad. Repensar el mundo que conocíamos", el décimo libro de la colección anual que BBVA publica dentro de su proyecto OpenMind. En esta ocasión, 23 intelectuales del máximo prestigio internacional repasan las grandes cuestiones económicas, políticas y sociales que suscita la revolución tecnológica. En la presentación, González ha mantenido un diálogo con Rebeca Minguela, fundadora y CEO de Clarity, sobre la revolución digital y su impacto en la industria financiera y en las vidas de las personas desde el punto de vista de un banco y una empresa ‘fintech’.
El presidente de BBVA, que se declara tecnooptimista, ha reconocido que esta revolución también trae consigo nuevos riesgos, como el fraude digital, el ciberterrorismo y, "el más importante, por ser mucho más general, el mal uso de la propiedad intelectual y los datos de los clientes".
Para hacer frente a esta última amenaza, Francisco González ha insistido en la necesidad de que exista una regulación específica "que establezca un marco de responsabilidad para los proveedores digitales respecto al mal uso de sus servicios. Y, sobre todo, que dé a las personas más derechos y control sobre sus datos. Debe ser una regulación que englobe a todos los países y a todas las industrias, incluyendo, claro está, la financiera".
Pero las leyes "nunca nos van a dar protección absoluta, ni en el mundo virtual ni en el físico -ha advertido Francisco González-. Por eso es clave operar siempre con proveedores de confianza, con contrapartidas probadas, que se esfuercen por trabajar con transparencia y tengan una buena reputación".
Y en este ámbito, "los bancos contamos ahora mismo con una gran ventaja sobre los gigantes digitales: estamos acostumbrados a trabajar en entornos regulados y tenemos mucha experiencia en cuidar la privacidad y la seguridad de los datos de nuestros clientes".
Directiva europea
Rebeca Minguela, fundadora y CEO de la ‘fintech’ Clarity, coincide con el presidente de BBVA en la necesidad de leyes específicas para el entorno digital, y se ha referido concretamente a la PSD2, la directiva europea que supone la apertura por parte de los bancos de sus servicios de pago a terceras empresas. "Por un lado, en el caso de ‘startups’ como la mía, necesitamos acceso a datos de entidades bancarias para usarlos en nuestras estimaciones de necesidades de la población, por ejemplo. Pero hay que asegurarse de que realmente se añade valor en el uso de esos datos y no se pierde la privacidad del usuario", ha explicado Minguela. Junto al presidente de BBVA y Rebeca Minguela, han participado en la presentación dos de los autores del libro: Zia Qureshi, investigador de la Brookings Institution (EE UU), y Diana Owen, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Georgetown (EE UU).