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“La economía catalana soporta bien choques puntuales, no reiterados”

Las principales cifras macroeconómicas relativas a 2017 son excelentes y auguran un buen escenario para este año. Joan B. Casas, decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya (CEC), tiene muy claro, a tenor de esas cifras, que la "solidez" de la economía catalana puede aguantar un "choque puntual", en referencia a las incertidumbres generadas por el proceso político en el último trimestre del pasado ejercicio.

¿A nivel económico este año podemos estar aún tranquilos?
Las perspectivas para el 2018, tanto desde un punto de vista mundial como español y catalán, teóricamente son muy buenas. Las previsiones nos dicen que se crecerá, que se controlará la inflación y que el crecimiento se dará prácticamente en todas las economías, con especial incidencia en países emergentes, como China y la India.

Pero nadie acertó con exactitud las previsiones para 2017. No hay que fiarse demasiado…
Si miramos la prensa, constataremos que ha habido una disparidad bastante pronunciada en las previsiones que se hicieron por parte de todas las instituciones, desde el Fondo Monetario Internacional hasta el Banco de España, pasando por otras entidades, sobre lo que pasaría en 2017 y sobre lo que realmente ha pasado. De hecho, esto también es habitual. Por tanto, el mensaje es que las previsiones son positivas y de crecimiento pero que existe una serie de riesgos que pueden hacer variar esos cálculos.

¿Cuáles son esos riesgos?
De riesgos, existen varios. Unos de carácter global e internacional, ya que continuamos estando en un mundo absolutamente endeudado y sujetos a aspectos de carácter geopolítico importantes. Lo que está pasando en Siria, lo que puede pasar en Corea del Sur, son aspectos de este tipo…Si nos centramos en los polos más importantes, como Estados Unidos, aquí la clave es la política económica de Trump. Tendrá un impacto esencialmente de incremento del déficit público americano, y esto generará con toda seguridad dos cosas. Por un lado, un impacto en los tipos de interés, que acabarán contaminando a Europa. Y esto en una economía muy endeudada como la española es peligroso. Y después, una devaluación competitiva del dólar que dificultará las exportaciones procedentes de Europa.

No parece que Catalunya se haya hundido por el "procés", como algunos auguraron.
A nivel catalán, el caso es curioso. Todas las previsiones que se hicieron a partir del tercer trimestre del año pasado eran muy negativas. Pero de, hecho, no se han cumplido, sino todo lo contrario. En 2017 Catalunya ha crecido más que la media española, y además, la evolución del sector industrial ha sido espectacular. Por tanto, las previsiones que se hacen para el año en curso para Catalunya son que crecerá algunas décimas por encima de lo que lo hará el conjunto del Estado español, básicamente por el enorme empuje que está teniendo el sector exportador y también el sector industrial.

El turismo sí se vio afectado
Sí que es cierto que sectorialmente, esto ha tenido impacto en el turismo. Pero, en principio, es un impacto que se manifiesta por varias cosas, como los atentados terroristas del pasado mes de agosto en Barcelona y también por una cierta mala imagen que ha tenido el sector. Pero como la oferta continúa siendo muy competitiva, en materia turística y de alojamiento, previsiblemente, y como ya ha pasado en estos últimos meses, el turismo se vaya recuperando.

¿Qué previsión hace para este año?
Por tanto, si se mantiene la evolución de las exportaciones, básicamente del sector industrial, y se recupera, algo que en principio ya se está produciendo, el sector turístico, las previsiones son de un crecimiento sólido que puede rondar el 2,7% del PIB

La clara mejoría en el sector de la construcción es una buena noticia
Sí que es cierto de que hay una notable recuperación del sector de la construcción y todos sabemos que es un ámbito que responde de una manera muy intensa y rápida a los estímulos. Por lo tanto, el sector de la construcción se recupera notablemente y el crédito hipotecario, también. Pero con matizaciones. Que se recupere el sector de la construcción no quiere decir que no haya un stock de viviendas enorme que no tenga capacidad de salida. Por tanto, lo que se recupera es el sector de la construcción en determinadas zonas, básicamente en el centro de las ciudades.

¿Puede haber una nueva burbuja?
Los precios empiezan a subir, es cierto. Pero que haya una burbuja es complicado a corto plazo y por una razón bastante clara y es que la normativa y el control que realiza el Banco de España del crédito hipotecario es muy rígida. Por tanto, si tu vas a pedir un crédito al banco, difícilmente te darán más del 80% del importe de la vivienda. Esto quiere decir que el comprador debe tener de sus fondos aproximadamente entre el 30 y el 40% de lo que vale la vivienda. Esto, de entrada, genera una demanda más sólida que limitaría la burbuja. La burbuja se produce cuando los precios se disparan y todo el mundo se apunta, y a la más mínima dificultad se ve que aquello no era tan sólido.

Pero esa recuperación no es generalizada en todo el territorio.
La recuperación de la construcción está muy localizada en zonas urbanas y céntricas; y a corto plazo, insistió, no preveo una burbuja porque esencialmente la demanda de crédito es más sólida por las exigencias del Banco de España.

El crecimiento está generando mayor desigualdad social. ¿No es un error gravísimo?
Es uno de los grandes retos que tiene la economía, efectivamente, se crece con desigualdad y con precariedad. De hecho, los índices de desigualdad y precariedad de la economía española son los más altos de Europa. Y lo dice la misma CE. Esto es una fuente de previsible conflicto porque en la medida que la economía y los beneficios se vayan recuperando, aquí habrá tensión, por decirlo de alguna manera. La recuperación económica y las ganancias de competitividad no deben descansar sólo sobre la retención salarial

Mal panorama, pues
También se tiene que decir que estamos siguiendo un proceso relativamente habitual. Cuando hay una crisis del impacto de la que hemos tenido nosotros desde el 2008, los salarios siempre se recuperan después de que se reanime la economía porque la competitividad se ha ganado en parte gracias al factor trabajo. Uno de los grandes retos que tenemos ahora es corregir esta desigualdad que se traduce en disparidad de renta y precariedad laboral. La Comisión Europea dice que la precariedad es elevadísima sobre todos entre los menores de 35 años y también denuncia la brecha salarial entre hombres y mujeres. Todo ello es una fuente de posible conflicto, es decir, no podemos hablar de recuperación si sólo hablamos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Sólo se podrán hablar cuando haya también una distribución de la renta más equitativa que no se ha dado, hasta el momento, precisamente por la situación de crisis.

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