El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu, aseguró ayer que la crisis política catalana ha tenido un impacto “marginal” en la economía española y estima que podría llegar a crecer entre un 2,8 y un 3% en 2018, mejorando así las actuales previsiones del banco que se sitúan en el 2,5%, Oliu protagonizó ayer, por undécimo año consecutivo, una conferencia sobre las “Expectativas Económicas” para 2018 en la sede de la Cambra de Comerç i Indústria de Sabadell.
En el encuentro, que se ha convertido es todo un “clásico” y es muy esperado, participaron alrededor de doscientos empresarios, que llenaron la sala de actos de esta cámara vallesana. El presidente del Banc Sabadell indicó que las sólidas bases de la economía española han permitido resistir la crisis política y considerá que “el choque de octubre” (cuando el Parlament hizo una declaración unilateral de independencia) “no se volverá a repetir y se irá restableciendo la normalidad institucional”. No obstante, advirtió de que si este choque “se repitiera de manera sistemática o periódica”, las previsiones económicas catalanas “bajarían drásticamente. Podrían quedar por debajo del 1%, pero hoy esto no está en el horizonte”. Hasta el momento, el sector más afectado ha sido el turismo por la “situación política en Catalunya” pero el crecimiento en general en esta comunidad, recordó que fue del 0,7% en el último trimestre de 2017, un porcentaje idéntico a los tres primeros meses de este año, destacó. Sobre la marcha de empresas, aseguró que inicialmente es sólo una cuestión “jurídica” para acto seguido reconocer que los efectos reales sólo se conocerán a “largo plazo”.
Garantizar la competitividad
El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, empezó su intervención justificando el traslado de la sede de la entidad. Al respecto aseguró que el “más dolido” con esta decisión es él y que el “corazón” de la entidad “siempre estará” en la ciudad vallesana. En este sentido, destacó que el Sabadell es “una parte esencial” de la historia del banco y que es la ciudad que lo ha visto nacer, crecer y desarrollar su trayectoria profesional. “Seguís siendo una parte esencial de nosotros y de nuestra cultura. Nuestro corazón, al menos el mío, siempre estará en Sabadell”, remarcó.
Oliu recordó, no obstante, que la entidad “tiene que actuar en cada momento de acuerdo con lo que conviene y con sus necesidades” y que tiene que garantizar en todo momento “tener competitividad e igualdad de condiciones” con el resto de entidades del sector.
Por ello, el consejo de administración decidió el pasado 5 de octubre, ante la posibilidad de que el Parlament de Catalunya hiciera una declaración unilateral de independencia, como finalmente así fue, trasladar la sede social de Sabadell a Alicante.
“Esta decisión pudo dejar en nuestra ciudad un poco de duelo, gente dolida por este hecho, pero el más dolido soy yo mismo”, aseveró Oliu, que cree que ahora todos han entendido que el banco “no podía hacer otra cosa” ante la crisis política e institucional que vivió esos días en Catalunya.
Fuera de la crisis
Durante su intervención, Josep Oliu afirmó que España “está fuera de la crisis” y calculó que el periodo positivo se alargue dos o tres años más, lo que justificó la reversión de la deuda pública privada, que se asemeja al resto de países de la Unión Europea, y al crecimiento sostenido del sector inmobiliario, que bajo su punto de vista es un claro signo de la recuperación. “Dijimos que la crisis duraría hasta que se recuperara el sector inmobiliario”, señaló.
Admitió que el comportamiento de los precios no ha sido “homogéneo” en España, precisando la subida en zonas como Madrid, la provincia de Barcelona y la costa, como en el área de Girona. Asimismo, advirtió de que el déficit público español “no está arreglado”, sugiriendo que debería ser del 0% por el riesgo que se disparara si llegara una nueva crisis. Los tipos de interés subirán y podrían situarse en el 0,50% a finales de 2020.