El presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, que ayer confirmó a Diari de Terrassa que optará a la presencia de Foment de Treball a final de año, denunció la falta de "diálogo, debate y transparencia" en el seno de la patronal catalana y apuntó a la existencia de razones políticas detrás de la decisión de suspender a la organización empresarial terrassense como socia de Foment durante un año. La junta directiva de Foment del Treball aprobó el pasado lunes, en su reunión mensual, la suspensión de la patronal Cecot como socio de la principal patronal catalana durante el tiempo que le queda como presidente a Joaquim Gay de Montellà, es decir, hasta finales de 2018.
Antoni Abad calificó ayer de "disparate" la decisión de la gran patronal y adelantó que los servicios jurídicos de Cecot estudiarán acciones legales ya que considera que la suspensión por un año no es una posibilidad recogida en los estatutos de Foment. A raíz de la expulsión, el líder de Cecot invitó ayer a los socios de Foment "a hacer una reflexión sobre si esta entidad, gobernada en este sentido, es la que nos conviene y si nos sentimos cómodos en ella". En esta línea, llamó a buscar "otra manera de representar al tejido empresarial, con más dignidad y debatiendo más y con más transparencia", así como "con más atrevimiento a la hora de defender cuestiones importantes para la competitividad del país".
"O el presidente (Gay de Montellà) invita a que haya debate, diálogo y transparencia, o el resultado es el autoritarismo", dijo Abad, que lamentó asimismo que en la junta directiva nunca se abordaran ni analizaran las dificultades del escenario político catalán y cómo debían posicionarse las organizaciones empresariales.
Razones políticas
De hecho, Abad considera también que detrás de la decisión de la suspensión temporal como socio de Cecot hay "razones políticas" por el alineamiento de la patronal egarense con el derecho a decidir. Pese a esta expulsión, Abad confirmó a a Diari de Terrassa que optará a la presidencia de Foment en las próximas elecciones, previstas para finales de año. "Estamos en proceso de construir una candidatura potente un grupo significativo de entidades y personas. Pensamos que no tiene ningún sentido que la gobernanza de Foment continúe con el perfil que tiene actualmente. Conviene que la presidencia de Foment, que es una confederación diversa, fomente el diálogo, el debate y la transparencia. Ahora resulta que esto no lo tenemos y así ha quedado en evidencia", dijo Abad. El presidente de Cecot sostiene que los socios de Foment se "deberían hacer esta pregunta, y ejecutar propuestas y proyectos dignificantes y participativos, y también más debate, más atrevimiento para poder continuar y tener capacidad de influencia en el marco mental y jurídico y favorecer el crecimiento de la economía". Para Abad, Gay de Montellà, "nos ha puesto en bandeja mostrar que el estilo autoritario no puede representar a los empresarios". En un comunicado hecho púbico la noche del lunes, la Cecot ya aseguró que la suspensión "evidencia que la intención es interferir en el proceso electoral que Foment debe celebrar". La Cecot denuncia además que la decisión de la expulsión prosperó sin que se emitieran votos secretos, "como forma de coacción a los miembros de la junta directiva, y sin que se dieran garantías procesales ni el tiempo necesario para una defensa preparada".
La Cecot considera que la junta directiva de Foment del Treball ha cometido un "grave acto de irresponsabilidad", tras decidir suspender temporalmente la patronal Cecot como socio durante el período que resta de mandato a Joaquim Gay de Montellà como presidente de la institución catalana.
En este sentido, la decisión demuestra que no había "ningún tipo de solidez argumentativa ni jurídica para que prosperara el expediente de expulsión y evidencia que la intención es interferir en el proceso electoral que Foment del Treball ha de celebrar antes de acabar este año". De este modo, la reputación de Foment del Treball queda "absolutamente dañada e, internamente, dividida fruto del resultado de la votación". En este sentido, el presidente de Cecot, Antoni Abad, afirma que hay que poner fin a una manera de gobernar la institución que es propia del siglo pasado.
