El Consell Municipal d’Economia Social i Solidària arrancó ayer con la celebración del acto formal de constitución en el salón de plenos del Ayuntamiento de Terrassa, que presidió el alcalde, Alfredo Vega. El organismo, pionero en Catalunya a nivel municipal, por lo que se abre un "camino" que tiene ante sí un "largo recorrido", dijo Vega, es un nuevo órgano de participación del Ayuntamiento. Como tal, su puesta de largo se hizo en el marco de un acto solemne que contó con la participación de los representantes de las 23 entidades, servicios y grupos municipales que integran el plenario. Y también albergó, de hecho, su primera decisión funcional con la elección de Ricard Ramírez Llorente, de L’Eina Cooperativa, como vicepresidente.
Manuel Giménez, teniente de alcalde del área de Desenvolupament Econòmic, Indústria i Ocupació, que agradeció a su antecesor en el cargo, Miquel Sàmper, su trabajo para hacer realidad este consejo, recordó que el recorrido para su constitución ha sido extenso. Ha incluido la elaboración y aprobación de un reglamento fruto de la participación de los diferentes grupos municipales y agentes de referencia de la economía social y solidaria en Terrassa. Ese reglamento es el que rige la participación de los miembros en este nuevo órgano. Reconoció Giménez que ha habido "momentos de excepcionalidad política" que han alterado los tiempos de la constitución. Sin embargo, añadió que lo importante es que "estamos aquí".
Auto organización
El nuevo órgano, que se reunirá como mínimo un vez cada tres meses, tendrá como objetivo principal fomentar, impulsar y fortalecer las experiencias económicas basadas en la auto organización de la ciudadanía que no persigan el lucro, sino satisfacer necesidades básicas, con la finalidad de promover un modelo económico justo, democrático y sostenible. Asimismo, también será finalidad del nuevo organismo la promoción y el fomento de la economía social en todos los ámbitos municipales de manera transversal y desde un paradigma de la concertación pública, cooperativa y comunitaria. Según Giménez, la ciudad no parte de cero en este ámbito, ya que posee un tejido de economía social y solidaria importante y significativo: 53 cooperativas, seis centros especiales de trabajo, treinta sociedades laborales, tres mutualidades, 195 asociaciones y setenta fundaciones que realizan actividad económica. "Tenemos proyectos iniciales que apuestan por emprender con fórmulas de economía social o bien con ideas que tienen un impacto social o ambiental positivo. Tenemos instituciones y entidades que promueven la economía social", dijo Giménez, que añadió que también todas las "áreas municipales implicadas deben ser impulsoras de la economía social en los diferentes ámbitos de competencia". Para Giménez, el gran reto del consejo que nació ayer es acompañar "a este ecosistema y estar a su disposición para hacerlo más fuerte y ayudar a la creación de nuevas iniciativas".