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Catalunya registra 79.200 parados menos al finalizar 2017

El número de desempleados bajó en 79.200 personas en 2017 en Catalunya hasta los 479.200 parados, lo que situó la tasa de paro en el 12,63%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El descenso del paro en Catalunya, que fue la segunda comunidad donde más bajó el desempleo en 2017, supuso un 14,19% menos en el número de parados que el registrado en el año 2016. Del total de parados, 236.500 son hombres, con una tasa de paro del 11,85%, y 242.800 son mujeres, entre las que la tasa de paro se sitúa en el 13,5%. Con una tasa de actividad del 61,72%, el total de ocupados se situó en los 3.316.200 de personas. En el tercer trimestre del año, el paro aumentó en Catalunya en 3.600 personas.

La última Encuesta de Población Activa (EPA) revela que España cerró 2017 con 490.300 ocupados más y una tasa de paro del 16,55%, que supone mantenerse en mínimos desde finales de 2008, casi una década, tras salir del desempleo 471.100 personas. Pese a ello, el dato del cuarto trimestre es negativo, ya que hay 34.900 parados más, hasta 3.766.700. Asimismo, la subida del final del año hace que el número de ocupados caiga de los 19 millones, cifra que apenas ha aguantado un trimestre. La cifra queda en 18.998.400 personas. Desempleo y ocupados cierran el año en su mejor posición desde 2008, pese a que lo largo del ejercicio se han logrado mejores cifras. El mejor trimestre fue el tercero, cuando el paro se situó en el 16,38%, con 19,049 millones de ocupados.

Por comunidades autónomas
En el último año, cuarto seguido de creación de empleo, los mayores aumentos de empleados se observan en Andalucía (126.400), Catalunya (113.600) y Comunidad de Madrid (66.200). La creación de empleo tocó a 13 autonomías. Castilla y León se situó a la cabeza de las regiones que destruyeron empleo, tras registrar un descenso de su número de ocupados de 7.100 personas. Por detrás, le siguen Asturias (-5.400), Cantabria (-3.300) y La Rioja (-500). El empleo ha subido en todos los sectores: en servicios hay 289.700 ocupados más, en Industria 132.200, en construcción 64.300 y en agricultura 4.000 más. Una muestra más del tirón del sector terciario y el regreso de la construcción al primer plano. El sector privado es quien tira de la actividad, generando 401.600 empleos y un crecimiento del 2,6%, mientras que el sector público crea 88.600, con un avance del 2,6%.

Por otro lado, las mayores reducciones del número de parados se dan en Andalucía (159.700 menos), Catalunya (-79.200) y Comunitat Valenciana (-57.400). La caída llegó a todas las autonomías salvo a Cantabria (1.400 parados más-) y La Rioja, que presenta un balance de 1.000 desocupados más. Según el sindicato USO, “la EPA nos deja algunas buenas noticias, como la reducción anual del paro, pero deja en evidencia las mismas carencias de siempre si analizamos los datos más allá de la bajada de 471.100 desempleados. En primer lugar, la temporalidad crónica del empleo en España. En 2017, el empleo indefinido ha aumentado en 357.900 y el temporal, en 179.200. “Esto no significa que se hayan creado esos empleos fijos. Si nos vamos al registro de los contratos firmados el año pasado, se suscribieron más de 1.200.000 contratos indefinidos, pero también hubo casi 700.000 temporales que se consolidaron como indefinidos. Es decir, sí mejoró la calidad de ese empleo, pero no se creó. Sin embargo, es solo una mínima parte de la contratación en España. Más de ocho millones de contratos no llegan al mes de duración, y de ellos casi seis ni siquiera duran una semana”, dice este sindicato en un comunicado.

El secretario de empleo del PSOE, Toni Ferrer, denunció ayer que la contratación temporal y el tiempo parcial son las bases de la creación de empleo en España, lo que hace que la recuperación económica sea “ajena a los trabajadores”. “Siempre es positivo que se genere empleo, pero esa generación de empleo en nuestro país está viciada en origen por una enorme temporalidad y precariedad que se traduce en inseguridad e incertidumbre para los trabajadores y sus familias y los excluye de la mejora de la economía”, apuntó en una nota.

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