Diners

La reducción del paro masculino durante 2017 dobló al femenino

La preocupación endémica por la diferencia que existe en el ámbito económico y en muchos otros aspectos de la vida en general entre los hombres y las mujeres presenta una especial diferenciación cuando se aborda la cuestión del desempleo. En Terrassa, en su particular mercado laboral, la brecha por sexos entre los parados se ha disparado de forma preocupante en los últimos doce meses. Ya no es una cuestión de salarios y el lógico debate que le acompaña sobre lo que cobran por un mismo trabajo un hombre o una mujer. Las diferencias en la recuperación del empleo son estremecedoras. A lo largo del pasado año, el desempleo masculino se redujo el doble que el femenino y así, la brecha por sexos se agiganta con el paso de los meses.

En pleno período de crisis, en los años 2012 y 2013, cuando más puestos de trabajo se destruían, el desempleo en Terrassa era mayor entre los hombres que las mujeres. Con la llegada de la recuperación económica, o como mínimo la reducción de las astronómicas cifras de parados, la tendencia ha variado diametralmente. Ahora, la entrada o regreso al mercado de trabajo beneficia de forma importante a los hombres.

Los datos son abrumadores. A lo largo de 2017 en Terrassa un total de 1.596 personas se incorporaron por vez primera al mercado de trabajo o regresaron a él. En los últimos doce meses, el paro descendió en la ciudad un 9,6 por ciento. De esta cifra, 1.056 empleos fueron para hombres y sólo 540 para las mujeres. Así, los varones doblaron a las mujeres en su salida de las listas de la Oficina d’Ocupació de Catalunya. El paro se redujo entre los hombres durante 2017 en un 14,2 por ciento con respecto a 2016, mientras que entre las mujeres el descenso fue de un simple 5,9 por ciento, muy inferior a la media general y en especial con respecto a los hombres.

Más de dos mil
Al concluir el pasado año, 6.404 hombres no tenían ocupación en la ciudad. El número de mujeres era de 8.612. La brecha, a finales de diciembre seguía creciendo, con 2.208 mujeres más en situación de desempleo que hombres.

Esta brecha es más evidente comparando los datos de un año antes. Así, 2016 se cerró con 16.612 parados, tras una reducción de un 12,7%. Los hombres recuperaron un 15 por ciento de empleos, con 1.318 nuevos trabajos por los 1.088 de las mujeres, con un descenso de un 10,6 por ciento. Al finalizar 2016 había 1.692 mujeres más en paro que hombres en Terrassa. De este modo, en los últimos doce meses, la brecha por sexos ha crecido en 516 desempleos.

Si analizamos los sectores económicos, los resultados son los previsibles. Los servicios se han convertido en la actividad económica que ha encabezado el nivel de recuperación del empleo. A lo largo de 2017 el paro en los servicios se redujo en 927 personas, con un descenso de un 9,3 por ciento. A pesar de ello, continúa, y de forma muy clara, siendo el sector con un mayor número de desempleados en la ciudad, concretamente 9.059, mucho más de la mitad del total de personas sin trabajo. Terrassa finalizó el año con un total de 15.016 parados.

La construcción, no tanto
Si durante 2016 la construcción resultó determinante en la recuperación del empleo, un año después ha perdido este papel determinante. A lo largo de 2017, este sector creó 286 nuevos puestos de trabajo, con un descenso de un 12,2 por ciento. Un año antes, la construcción rebajó en 515 personas su número de desempleados, con una bajada de un 18 por ciento, convirtiéndose en la segunda actividad económica que más trabajo ofreció. En 2017 ha descendido al tercer puesto.

La industria ha avanzado a la construcción y es el segundo sector que más empleo creo el pasado año, con 411 nuevos trabajos y un descenso de un 15,9 por ciento. La industria, durante todo el período de crisis, está manteniendo en Terrassa un comportamiento bastante lineal. En 2016 generó algo más de ocupación, 491 empleos, con una reducción porcentual exactamente igual, un 15,9. También es cierto que en 2016 bajó más el paro que el último año.

La agricultura, un sector que tiene un carácter prácticamente residual en el ámbito del trabajo en la ciudad, cerró 2017 con diecisiete desempleados menos, concretamente 132, con una reducción de un 11,4 por ciento, que es mejor que la registrada en 2016, con doce parados menos y un descenso de un 7,5%.

La única actividad económica que ha crecido el pasado año ha sido el colectivo de sin empleo. Ha aumentado un 2,9 por ciento, con 45 parados más. Es el sector que más fluctúa durante el año y en el que el carácter estacional del mercado de trabajo resulta determinante. En 2016, por contra, el grupo de sin trabajo previo se redujo de forma importante, con 229 desempleados menos, con una reducción de un 13 por ciento.

To Top