Es una de las youtubers más influyentes en creación de empresas y marketing, Cada vez hay más empresas, conscientes de que los empleados felices rinden más, que invierten en el bienestar de sus trabajadores. Pero para Meritxell Costa, de 33 años, cultivar un ambiente feliz en el trabajo, más que una estrategia que persigue beneficios económicos, es una filosofía de vida. Acaba de publicar el libro “Working Happy”, un trabajo que contiene las herramientas imprescindibles para cualquier ciudadano que quiera emprender de manera higiénica. Es periodista y ha cursado estudios en coaching y liderazgo organizacional.
¿Las redes son sociales son la panacea para el comercio?
El problema de las redes sociales es que hay mucho “soufflé”. La gente piensa que es la salvación de todo. Pero realmente aquello de toda la vida, es decir, el trato personal es lo que acaba cerrando ventas.
¿Cómo hay que entrar?
Todo depende de la fase en que se encuentre la empresa y su marca. Si empiezas y todo lo haces a través de redes sociales, te comportará un retorno súper lento. Nuestro cliente a través del blog, por ejemplo, vino el cuarto año. En la fase de lanzamiento funcionan muy bien las alianzas estratégicas con gente que tenga un público similar al tuyo y les puedas ofrecer una comisión. También funcionan las charlas o que puedas salir en medios de comunicación. Esto te traerá volumen, que es lo que necesitas realmente en esta primera fase. Y también podrás testear si tu producto funciona.
¿Hay una red para cada negocio?
Las redes sociales y todo lo “online” están más bien pensadas para fidelización. Las redes que elijas dependerán de tus objetivos y clientes. La más generalista es Facebook pero es también donde hay un seguidor menos filtrado. Todo el mundo cabe.
¿Qué herramienta “online” es más efectiva?
A nivel “online” donde más conversión se consigue es con el boletín electrónico, el email y sobre todo con Lindkedin. En este último caso, se trata de la única red social que no tiene un algoritmo, es decir, que no filtra lo que enseña y lo que no; también es la única que te permite descargarte el email de contacto. El resto de redes, si cierran mañana, nos quedamos sin nada. De ahí la importancia del email, que proporcio un entorno serio y no de ocio como las redes.
¿Qué secreto hay que conocer para salir airoso?
Hay que conocer, por decirlo así, la prensa rosa de las empresas que están en la red. Hay alianzas empresariales determinantes. Por ejemplo, Facebook ha comprado Instagram y Whatsapp, por eso, cuando interactúas con estas redes, que son del mismo propietario, funciona todo mucho mejor. Mucho mejor que si se cruzan Twitter e Instagram. No se avienen a nivel empresarial; las fotos de Instagram no aparecen en Twitter, sino que surgen en forma de enlace. A la hora de crear marketing o contenidos de marketing hay que tener en cuenta todo esto.
No todas las empresas tienen claro el “abc” de su funcionamiento
Las empresas, en ocasiones, se fijan en el indicador equivocado. Puede que tengamos muchos seguidores pero hemos de preguntarnos, realmente, ¿Cuántos clientes tenemos?. Y también nos centramos mucho en captar al cliente pero después no somos capaces de mantener ese “enamoramiento”, es decir, conservarlo. Hemos de pensar la fórmula para que venga más frecuentemente o cómo puede gastar más. Por lo tanto, no es sólo captar, sino fidelizar para toda la vida. Captar un cliente cuenta seis veces más que mantenerlo.
Vamos, que lo de ser famoso en internet no te garantiza el negocio
El objetivo de la empresa no es obtener ni fama ni popularidad en la red, que hay que entenderlas como un daño colateral. Se tiene que centrar en la rentabilidad de la inversión y en también en el retorno de la emoción.
Usted habla del alma de las empresas. ¿A qué se refiere?
Cada vez más las empresas poseen una línea de responsabilidad social corporativa. Toda compañía tiene que saber cuál es su alma porque el argumento emocional es importantísimo en un 85% de los casos. Es decir, tenemos que ser algo más que estrictamente una empresa.
¿Cómo hay que tratar al cliente?
Hay mucho de personalización y experiencia del usuario, es decir, hacer sentir al cliente que es parte de nuestra historia de marca. Que pueda opinar, ofrecerle un trato que le haga sentir especial, que tenga, en definitiva, una experiencia memorable. Un ejemplo es Ikea. Tiene muy en cuenta a sus seguidores a la hora de crear contenidos y los invita a sus fábricas. Es decir, evolucionan con la empresa. Cuando eso pasa, te conviertes en una empresa de primera.
¿No es un poco exagerado?
Una empresa no va de nosotros, sino que va de nuestra fortalezas casadas con las necesidades del mercado.
Defiende al ambiente feliz en el trabajo, el “Working Happy”. Suena muy bien pero ¿Cómo se consigue?
Los de arriba tienen que creer y también ver la necesidad. Es un trabajo del jefe, entendido como un líder, y también de los trabajadores. Ha de existir mucha inteligencia emocional por ambas partes. El “Working Happy” es que todo juntos podamos disfrutar de lo que hacemos y que realmente sea útil. Uno tiene que conocer sus fortalezas y saber qué le puede aportar al otro, siendo líder o trabajador. No se trata de que pretendamos ser todos perfectos, sino de ver cómo lo cuadramos siendo muy proactivos y solucionadores.
¿Y qué beneficios comporta?
La productividad sube cuando uno se siente bien en el trabajo, hay mayor retención de talentos, menos bajas…El hecho de no llevarse bien con el jefe es el motivo principal por el que los trabajadores dejan un empleo, y este factor es mucho más importante que el dinero. Por lo tanto, al final, volvemos a lo de siempre. Se trata de ser personas, buena gente, tanto a la hora de hacer marketing como de dirigir una empresa. w.