El BBVA obtuvo un beneficio neto de 3.449 millones de euros entre enero y septiembre de 2017, prácticamente lo mismo que ganó en todo el año pasado, y un 23,3% más que en el mismo periodo de 2016, ayudado por los ingresos recurrentes y el control de los costes. En rueda de prensa retransmitida vía webcast desde la sede madrileña del grupo, el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, se mostró ayer satisfecho con estas cuentas, que confirman la tendencia de anteriores trimestres, al tiempo que advirtió del lastre que supone la crisis en Catalunya para el crecimiento económico.
De hecho, y aunque el banco sigue viendo fortalezas en la economía española, ha empeorado en tres décimas su previsión de crecimiento del PIB para 2018 y la ha situado en el 2,5 %, lo que supone un impacto de algo más de 3.000 millones de euros.
No obstante, Torres Vila aclaró que se trata de una estimación preliminar y que el impacto será más acusado cuanto más dure la incertidumbre, que espera que sea poco tiempo.
También reconoció que las dudas sobre la deriva independentista se tradujeron en "nerviosismo" entre los clientes de algunas entidades y que notaron ciertas entradas de fondos en BBVA, pero no quiso aclarar si se trataba de depósitos provenientes de CaixaBank y Banco Sabadell.
El banquero también afirmó que BBVA va a seguir estando en Catalunya junto a sus clientes y que se sienten "absolutamente cómodos" con la presencia que tienen en la región.
México, otra vez
En cuanto a las cuentas globales, la franquicia que más ha aportado al grupo ha sido de nuevo la de México, con un beneficio neto de 1.616 millones de euros, un 15,3% más que un año antes y el doble que los 780 millones que ganó en España en este periodo. Las cuentas de España incluyen la actividad de banca minorista, donde ganó 1.061 millones de euros (un 13,7 % más) y el área inmobiliaria, que perdió 281 millones, un 12% menos que un año antes.
El consejero delegado destacó que son unos resultados sólidos, recurrentes y sostenibles y añadió que ya se notan los frutos de la transformación "con nuevas funcionalidades" que tienen un impacto positivo en la vida de los clientes y permiten "un crecimiento exponencial de las ventas digitales". En cuanto al negocio, el crédito bruto del grupo se redujo el 1,6% y se situó en 416.240 millones, en tanto que la morosidad mejoró hasta el 4,5 % desde el 5,1 % de un año antes gracias, en parte, a las ventas de carteras que lleva a cabo la entidad.
Los depósitos de la clientela avanzaron un 2% y» quedaron en 392.865 millones, al tiempo que los recursos totales de los clientes se redujeron un 4,7% y se situaron en 690.797 millones, explica la nota.
En cuanto a la solvencia, el ratio de capital de máxima calidad CET 1 "fully loaded", contando con todos los requisitos de Basilea II, cerró el trimestre en el 11,2 %, ligeramente por encima del 11 % del año anterior, un nivel que cumple los objetivos del banco y que el consejero delegado considera "cómodo".
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses -que mide los ingresos- se situó en 13.202 millones de euros tras crecer un 4,1 %, en tanto que el bruto (que añade las comisiones) aumentó un 2,6 %, hasta 18.908 millones, impulsado por el crecimiento del negocio recurrente.
Los gastos de explotación se redujeron un 1,71 %, hasta 9.386 millones por efecto de las sinergías derivadas de la integración de Catalunya Banc y por los avances en la transformación, lo que permitió que el margen neto creciera un 7,2 % hasta los 9.522 millones.
Por áreas de negocio, además de España, el BBVA ganó 422 millones en Estados Unidos (un 42% más); otros 568 millones en Turquía (+49,6%); 1.616 millones en México (+15,3%) y otros 616 millones (+5,4 %) en América del Sur.
La entidad continuó elevando su base de clientes digitales, que a cierre de septiembre eran ya 21,1 millones, un 24 % más que un año antes, de los cuales 15,8 millones interactuaron con el banco a través del móvil, lo que supone un aumento del 43%.