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Los despidos en Unipost afectan a sus 45 trabajadores en Terrassa

El operador postal Unipost, en concurso de acreedores, ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para la totalidad de su plantilla en España, 2.200 trabajadores. En este ERE están incluidos, por tanto, los alrededor de 45 trabajadores, el 90% de ellos mujeres, de la oficina de Unipost en Terrassa. Unipost, el principal operador privado del país, mantenía negociaciones con los representantes de los trabajadores para aprobar un plan de viabilidad que permitiera redimensionar la plantilla a las actuales necesidades del negocio después de reconocer una deuda de 47,4 millones de euros y unos activos de 40,6 millones.

Pero finalmente, la empresa ha optado por el ERE para la totalidad de la plantilla. "Han presentado el expediente de regulación sin que tengamos ninguna noticia del plan de viabilidad al que se comprometieron", explicó ayer a Diari de Terrassa Juan Carlos Rodríguez, secretario general de la UGT en Unipost en Catalunya, que espera que ese ERE no sea finalmente tan drástico, pues existen empresas y fondos interesados en quedarse con la unidad productiva de la empresa.

La compañía, en concurso de acreedores desde el pasado mes de julio, atribuye esta medida a la "grave situación económica por la que atraviesa la empresa" y en sus tensiones de tesorería, según informó su administrador concursal, el bufete de abogados Jausàs. Dada su condición de empresa en proceso concursal, Unipost presentó la solicitud de autorización del ERE ante el Juzgado Mercantil 7 de Barcelona. El administrador concursal de Unipost indica que, si bien el despido se plantea para la totalidad de la actual plantilla, la intención de la administración y de la empresa es dar continuidad a su actividad a través de la venta de la unidad productiva a una empresa del sector o a un fondo de inversión. De esta forma, "gran parte de la plantilla podría verse desafectada, manteniendo su puesto de trabajo". En este sentido, la administración manifestó su optimismo, dado que, actualmente varios operadores han mostrado su interés en adquirir la empresa.

En todo el territorio
Según Juan Carlos Rodríguez, de UGT, la crisis de Unipost tiene una de sus causas en su presencia en el conjunto de territorio nacional y por el hecho de que algunos de sus centros de reparto "van bien pero otro no, y unos tiene que compensar las pérdidas de otros. Y todo sale del mismo sitio. Por ejemplo, en Catalunya las cosas iba más o menos bien. También es cierto que la presentación del concurso de acreedores se ha notado en la actividad, ya que ha descendido la cantidad de envíos". Antes de presentar el concurso, Unipost debía a la plantilla diversas mensualidades: la mitad de la paga extra de junio de 2016, la extra de diciembre de ese año, la extra de julio de 2017, y la mitad de los meses de junio y julio pasados. En el marco del concurso, dice Rodríguez, se ha decidido que de esas deudas salariales se haga cargo el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Ahora la plantilla está a la espera que "llegue la carta del Fogasa para cobrar esas cantidades", lo que puede tardar "tres o cuatro meses" debido al colapso de expedientes que sufre ese organismo. Desde que la empresa está gestionada por el administrador concursal, sin embargo, la percepción de los salarios se ha regularizado y la plantilla ha cobrado los meses de agosto y septiembre completos. Según Rodríguez, un repartidor a jornada completa percibe alrededor de 850 euros mensuales.

Gran nerviosismo
La plantilla, que está "muy nerviosa", espera que en la negociación del expediente, que se abrirá el próximo miércoles, se conozca "realmente cómo se va aplicar el ERE", lo que estará muy condicionado a que surja un comprador, en lo que la "empresa confía". Pero "realmente aún no tenemos ni idea de lo que van a proponer".

Inicialmente, desde la parte laboral se va exigir que "no se despida a nadie", ya que se sostiene que la empresa puede ser viable si se mejora su competitividad. "Se tiene que adaptar a la época actual de las nuevas tecnologías; es una empresa todavía rudimentaria y eso va en contra de la productividad", dice Rodríguez. Desde CCOO, según informó ayer este sindicato en una nota, se "tratará de evitar la liquidación de la empresa y reducir al mínimo el número de trabajadores afectados al entender que la continuidad de Unipost, sólo puede hacerse con una plantilla suficiente y con unos gestores diferentes".

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