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Agbar, principal accionista de Mina, traslada su sede de Barcelona a Madrid

El consejo de administración de la Sociedad General de Aguas de Barcelona, principal accionista de Mina, Aigües de Terrassa, ha decidido trasladar “de forma temporal” su sede social de Barcelona a Madrid debido a la situación política que vive Catalunya. La decisión se ha tomado “con el fin de preservar la seguridad jurídica de los inversionistas” y no supone, “en ningún caso”, afectación alguna al servicio que las diferentes operadoras del grupo prestan en todo el territorio catalán, entre ellas, la distribuidora egarense.

Agbar está participada al 100% por Suez Environnement España, empresa perteneciente al grupo francés Suez. De hecho, la multinacional gala ya trasladó hace dos años de Barcelona a Madrid su domicilio fiscal en España. La decisión de la compañía se produjo en pleno proceso soberanista catalán, si bien la empresa subrayó entonces que este traslado respondía estrictamente a cuestiones “administrativas y organizativas”.

Agbar, presidida por Ángel Simón, es accionista de diversas operadoras del ciclo integral del agua en Catalunya, como son Aigües de Barcelona, (Agbar), empresa mixta que suministra agua a buena parte del área metropolitana. De la empresa que se traslada ahora a Madrid dependen las participaciones en empresas como Cassa o Sorea, que aglutinan las concesiones municipales de agua en Catalunya; Aigües de Sabadell, Aigües de Terrassa (donde Agbar es socia mayoritaria), y Aigües de Barcelona Empresa Metropolitana.

Mina mantiene su sede
Ésta última y el resto de participadas de este grupo, no trasladan su domicilio a Madrid. Asimismo, la decisión “no tendrá afectación alguna en el servicio que las diferentes operadoras prestan en todo el territorio catalán”, según explicó ayer el grupo.

A nivel local, el secretario general de patronal terrassense Cecot, David Garrofé, aseguró no haber recibido consultas de empresas para cambiar su sede social y pidió que “nadie se confunda, porque estos cambios no significan que se muevan centros de producción ni de decisión”. “Las sedes sociales se pueden cambiar en 24 horas, esto no debe originar alarmas ni grandes debates”. Garrofé exigió al Gobierno y a la Generalitat diálogo y entendimiento para que el conflicto se solucione. Josep Prats, director gerente de la Cambra de Terrassa, indicó que tampoco tienen constancia de empresas que se quisieran trasladar. “Las empresas que se están moviendo son del Ibex-35, cotizadas, que buscan un serie de protecciones jurídicas del mercado”, dijo . El secretario general de Pimec, Antoni Cañete afirmó que alguna empresa que forma parte de la patronal ya ha cambiado su sede social, aunque que no es por motivos políticos: “En las pymes, los cambios de sede social tienen que ver con la estrategia de las compañías y la relación con sus clientes”. “Hay cierta inquietud, pero tampoco podemos decir que hay una fuerte preocupación por modificar la sede social de nuestras empresas”, indicó.

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