El cónsul general del Reino Unido en Barcelona, Lloyd Millen, aseguró, en una nueva sesión de Cambractiva, que el "Brexit" es una oportunidad de redefinir las relaciones de un Reino Unido fuerte con una Unión Europea sólida, con un acuerdo estratégico y colaborando juntos en una posición equitativa "en busca de los valores compartidos (seguridad, estabilidad y prosperidad) y la mejora de las condiciones de los británicos y los europeos". La sesión estuvo presidida por Marià Galí, máximo responsable de la cámara local.
En cuanto al proceso de negociación para materializar la salida del Reino Unido de la UE, Millen se manifestó convencido que en el transcurso de los dos próximos años se concretará un acuerdo beneficioso ya que "conseguir un buen acuerdo comercial será beneficioso para todos" y que para poder lograrlo se habrán tenido que gestionar las potenciales divergencias del futuro a todos los niveles, especialmente en cuanto a la situación de los ciudadanos y las relaciones económicas, prestando especial atención a la hora de definir el estatus de legal los europeos que viven en suelo británico y viceversa y para proporcionar seguridad y certeza a todos los ciudadanos europeos que permanezcan dentro del Reino Unido una vez la salida sea efectiva. Abogó por lograr "una relación especial, profunda y exitosa con la UE" con la mirada puesta en conseguir un ambicioso "acuerdo de libre comercio sin trabas".
Christopher Dottie, presidente de la Cámara de Comercio Británica en España, manifestó que esta entidad no quiere que el planteamiento de unas negociaciones duras pueda debilitar las relaciones comerciales y económicas entre el Reino Unido y España, con quien, según su presidente, "nos unen lazos muy sólidos: turismo, inversión directa, importación, exportación y compartimos tratados".
Irrenunciable
Para Dottie, el Reino Unido, donde varias empresas españolas están asentadas y con grandes planes de expansión, no se puede permitir renunciar a un mercado de más de 500 millones de personas. Contundente, el presidente de la corporación británica en España afirmó que el proceso no debe servir para poner obstáculos al comercio ni a la movilidad de las personas y bienes ya que "queremos un buen entorno para las empresas".
Jaume Caballé, de Germans Boada, abogó por gestionar las oportunidades y no sólo desde una perspectiva lineal basada en la relación con el Reino Unido, sino analizando el impacto en el equilibrio económico en el que quedará la UE de los 27 sin una de las economías más fuertes de la alianza.