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Terrassa dispondrá de su propia sede de la Agència Tributària a partir del lunes

La apertura de la sede local de la Agència Tributaria de Catalunya (ATC) prevista para el próximo lunes, conjuntamente con la puesta en marcha, ese mismo día, de otras catorce delegaciones más de este organismo (sólo la de La Bisbal retrasará su inauguración algunas semanas), dejará esta nueva red “preparada para la atención tributara ante cualquier reto que venga de cara al futuro”, dijo ayer Lluís Salvadó, secretario de Hisenda de la Generalitat, en referencia a una hipotética independencia de Catalunya. Salvadó, acompañado por Alfredo Vega, primer teniente de alcalde, y Eduard Vilà, director de la ATC, visitó ayer la sede egarense de este organismo, que se ha ubicado en un local, de casi quinientos metros cuadrados, que está situado en la calle de Joan Artigues.

Con estas aperturas, la “estructura tributaria acabará siendo de 32 oficinas, que es la que necesita cualquier administración que tenga vocación de captar tributos en Catalunya”, añadió Salvadó, que recordó que el Estado central mantiene 29 oficinas de este tipo en la comunidad catalana. “Tendremos un despliegue territorial que nos permitirá realizar cualquier servicio”, apuntó. En cualquier caso, precisó que “lo que estamos haciendo ahora es completar todo el recorrido del marco legal vigente, en competencias que son propias de la Generalitat”. La ATC, además de esas 14 delegaciones propias, inaugurará 13 nuevas oficinas compartidas por todo el territorio e incorporará a 256 trabajadores para hacerlas funcionar.

Propios y cedidos
Ejercerán el control total de los impuestos propios y cedidos (que hasta ahora era realizado por el Estado) y se pondrán en funcionamiento nuevas fases de los nuevos programas informáticos. Asimismo, se empezarán a recaudar deudas por la vía ejecutiva, como por ejemplo las multas impagadas al año pasado del Servei Català de Trànsit. En el caso de Terrassa, la nueva oficina da empleo a 19 personas, la gran mayoría de ellas procedentes de oficinas liquidadoras, y por tanto, con gran experiencia. La nueva ATC estará estrechamente conectada con los ayuntamientos; en el caso del de Terrassa se está pendiente de la firma de un convenio para mejorar el servicio a todos los ciudadanos, por lado, y compartir información, por otro. “De entrada, uno de los principales problemas que tiene Catalunya son unos índices muy elevados de fraude. Esta realidad se debe abordar de manera conjunta entre todas las Administraciones que llevan a cabo funciones tributarias. Frecuentemente, las administraciones no nos hablamos y no compartimos información. Y dejamos grietas que aprovechan las personas que quieren realizar fraude fiscal”. Vega remarcó que “lo más importante es compartir información con otras administraciones, también con la agencia tributaria del Estado y otros organismos, para trabajar conjuntamente para que finalmente haya una ventanilla única y los ciudadanos no tengan que ir de aquí para allá para liquidar sus impuestos”.

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