La sección sindical de Usoc en la empresa Serhs, que gestiona los comedores públicos en las escuelas de Terrassa, ha denunciado ante la Inspección de Trabajo el calendario laboral de este año, ya que considera que se han realizado más horas de las estipuladas, y también litigan porque la dirección ha presionado a la plantilla para no pusiera un “No conforme” en la liquidación de su contrato, lo que les garantiza poder reclamar si se detectan errores en el finiquito. Esto era un práctica habitual con otras concesionarias (Serhs se estrena este año), lo que permitía que en septiembre, al reanudar el curso, se corrigiese los posibles inexactitudes.
“El ochenta por ciento de la plantilla (alrededor de cuatrocientos trabajadores) ha realizado más horas”, dicen fuentes de la Usoc, sobre el calendario laboral, que preveía 1.791 horas para las jornadas completas. La empresa, por su parte, sostiene que el calendario es correcto y que ese supuesto exceso quedó compensado con los cinco días de libre disposición que realizaron los profesores en el último curso escolar. Sin embargo, Usoc, insiste, en que el exceso de horas sigue existiendo a pesar de esos días de inactividad laboral, a lo que la empresa, por su parte, responde que ha revisado el calendario, con el departamento de recursos humanos y tiene el visto bueno de un sindicato. Ahora, será la Inspección de Trabajo la que deberá resolver el conflicto, que no es único en Serhs. La plantilla también ha comunicado este conflicto al Ayuntamiento.
A diferencia de otros años, la gran mayoría de trabajadores de Serhs, en gran parte fijos-discontinuos, firmaron el finiquito de esta última temporada (nueve meses, entre septiembre y junio) ) sin poner el
“No conforme”, cuando con otras concesionarias esta práctica era muy generalizada y es algo a lo que la “plantilla tiene todo el derecho”, dice un portavoz de la Usoc. Sin embargo, han existido circunstancias que han provocado que muchos empleados declinen aplicar esta práctica. “La empresa aseguró que quien firmara “No conforme” cobraría la última mensualidad pero no el finiquito hasta que éste se verifique”. Y finalmente, ese anuncio se hizo realidad esta semana. Sólo cobraron todo lo adeudado (nómina y finiquito) aquellos que renunciaron a ese derecho. La escasa quincena de empleados que no lo hicieron tendrán, ahora, que esperar. “Ha habido una gran presión por parte de la empresa”. Según Usoc, los trabajadores estaban acostumbrados a “mirar con tranquilidad la liquidación y después, ya en septiembre, ajustar pequeñas diferencias en el calendario o el sueldo”. El conflicto sobre la liquidación viene, además, de más lejos. En este sentido, Usoc también denuncia que la empresa entorpeció la entrega de la documentación con las liquidaciones.
Mirar pero no tocar
“Nos traían una tablet al centro de trabajo para que firmásemos deprisa y corriendo; los que se negaban debían ir a la oficina central en Terrassa, en la calle de la Aurora. Allí te enseñaban el documento, pero no te lo entregaban, sólo te permitían hacer una foto. Todo el mundo tiene derecho a tener físicamente su liquidación. En otras ocasiones ponían como excusa que la fotocopiadora estaba estropeada”. Cada vez que se produce un relevo de la concesionaria siempre “hay cambios y tenemos que volver a exigir derechos que ya estaban consolidados”, comenta Usoc. Por eso este sindicato plantea la municipalización del servicio de comedores escolares para dar estabilidad y laboral a un sector vital para el buen funcionamiento de las escuelas. Diari de Terrassa ha intentado esta semana, en diveras ocasiones, ponerse en contacto con responsables de recursos humanos de Shers para que dieran su versión de este conflicto laboral, lo que no ha sido posible