La compañía cerró inicialmente 2016 con ganancias, pero el nuevo equipo directivo que lidera Juan Alfaro decidió reformular las cuentas para incluir distintas provisiones, entre ellas la correspondiente a la multa que la CNMC impuso a Renfe Mercancías, con lo que el ejercicio pasado finalmente concluyó en pérdidas.
Renfe obtuvo un beneficio neto de 14,9 millones de euros en los cinco primeros meses del año, con lo que supera los ‘números rojos’ contabilizados en años pasados, que en el mismo periodo de 2016 fueron de 18,7 millones, según informó la operadora.
En cuanto a las cuentas de 2017, el resultado positivo es fruto del continuo incremento del número de viajeros, fundamentalmente del AVE, así como de la contención de los gastos y el mejor resultado financiero. Todo ello se reflejó Ebitda de Renfe, que se disparó un 17,2% hasta mayo.