El presidente de Pimec, Josep González, sostiene que ahora es "un buen momento" para llevar a cabo una segunda reforma laboral que mejore la inseguridad jurídica que, según él, ha dejado la primera. En su discurso en la cena anual de los Premis Pimes, a la que asistieron unas 1.200 personas entre representantes políticos y empresariales, aseguró que una segunda reforma laboral puede resolver el desequilibrio entre el número de contratos temporales y fijos antes de que lo ordene la UE, y remarcó que se hacen "demasiadas reformas fiscales pero pocas laborales".
En el capítulo de los galardones, los principales recayeron en empresas como la firma tecnológica Beabloo (Premio Diplocat a la Diplomacia Empresarial Catalán); Numintec Comuncaciones, que ofrece el servicio de una centralita virtual (Premio a los Valores de empresa), y el Instituto La Garrotxa (Premio a la colaboración Empresa-Formación profesional). En la clausura del acto
González hizo referencia a las preocupaciones actuales de los empresarios catalanes y realizó un recorrido por las reclamaciones de este colectivo durante los últimos treinta años: "Seguimos preocupados por el marco fiscal, nada favorable para las pymes, sobre todo en cuanto al Impuesto de Sociedades, y por las recientes nuevas obligaciones de declaración del IVA".
Asimismo, expresó su confianza en que todavía hay margen para encontrar soluciones a la situación política que vive Catalunya sobre la base "del entendimiento" y "la capacidad de diálogo", tras reafirmar su postura a favor del derecho a decidir. González realizó esta referencia al momento político que viven Catalunya y España en el discurso que ha pronunciado durante el acto de entrega de los Premios Pimec a las mejores iniciativas empresariales de 2016. "No es fácil convivir con todo lo que estamos viviendo. Pero confío en la fortaleza de Catalunya, de su tejido económico y de su sociedad. Y quiero confiar también en que aún habrá capacidad de diálogo y entendimiento entre todos para encontrar caminos y soluciones a los agravios que se nos plantean", añadió. En la clausura del acto , el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, volvió a dirigirse este a la clase empresarial catalana a las puertas de convocar el referéndum sobre la independencia.
Las puertas giratorias
En esta ocasión, lo hizo ante un auditorio repleto de representantes de pequeñas y medianas empresas de la patronal Pimec. Tras su incómoda participación en la reunión anual del lobby del Círculo de Economía, contrario a la vía unilateral, Puigdemont afirmó que "si alguien quiere saber qué piensan nuestros empresarios, que venga aquí a poner la oreja y a preguntar a nuestras pymes".
La intervención de Puigdemont se producía después de que el Círculo de Economía, en el que están grandes corporaciones y economistas, lo instaran a ir a explicarse al Congreso y a no quedarse anclado en el referéndum para buscar un acuerdo. Sin embargo, el presidente también se refería de forma velada a las reuniones que varios ministros han ido teniendo con grandes empresas en los últimos meses. Puigdemont se refirió al auditorio que tenía delante como los empresarios "de verdad" y no "los de las puertas giratorias" y recriminó al Estado que si los hubiera escuchado se habría "ahorrado errores monumentales".
Puigdemont instó al Gobierno central a que cumpla con "las inversiones presupuestadas" y no se "abandonen infraestructuras críticas", lo cual, dijo, que lleva a situaciones como el caos vivido en el aeropuerto del Prat por las colas en los controles de pasaportes.