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Nens i Nenes cierra todas sus tiendas después de tres meses de liquidación

La cadena egarense Nens i Nenes, que presentó concurso voluntario el pasado enero, ya ha culminado la fase de liquidación de las existencias en las ocho tiendas de la cadena (tres en Terrassa), que han cerrado al público. La empresa, especializada en el mundo del bebé, incoó el concurso debido a una fuerte caída en las ventas en los últimos ejercicios. Según fuentes consultadas por este diario, actualmente se “está en fase de concluir el concurso”, lo que puede ocurrir en las próximas semanas. Los veintisiete trabajadores de la cadena ya han sido indemnizados con un importe equivalente a veinte días por año trabajado con un tope de doce mensualidades.

El montante económico de la liquidación, además de destinarse al pago de las indemnizaciones de la plantilla, ha sido suficiente para cubrir los créditos privilegiados, entre los que se encuentran también las administraciones públicas. Para el pasivo ordinario, entre los que se contabilizan básicamente proveedores y suministros, se podrá llegar a pagar entre el treinta y 35% de la deuda a cada creditor. Este capítulo supone una cantidad cercana al millón de euros, de la cual una parte eran créditos de los propios propietarios de la cadena. “Ha sido un cierre ordenado y se ha podido pagar una parte importante de las deudas. En el caso de los créditos ordinarios, lo más habitual en un concurso es que no cobren; aquí no se cubre todo el préstamo pero si una parte importante”, dijeron esas fuentes. En la liquidación, además del stock que quedaba en las tiendas, se incluyeron también algunos vehículos,

Más de treinta años
La cadena poseía puntos de venta en la avenida de Barcelona, donde esta empresa abrió en 1983, en la plaza del Progrés, y en el Passatge de l’Obrer, en Terrassa. Nens i Nenes también disponía de tiendas en Sabadell, Rubí, Ripollet y Cerdanyola. Los establecimientos de esta red se distinguían por su amplitud (en Terrassa, el de la avenida de Barcelona era el más grande) y también por su oferta de calidad en ropa, puericultura y mobiliario. La cadena pertenecía a una familia de origen terrassense y con gran tradición el sector. El concurso, que tramita el juzgado mercantil número 9 de Barcelona desde el pasado enero, se presentó de forma voluntaria y se decantó rápidamente hacia la liquidación y el cierre tras el informe de la administración concursal que confirmó que la “empresa no era viable”, dicen esas fuentes. La liquidación vino acompañada de un expediente de regulación de empleo que ha supuesto el despido de los veintisiete integrantes de la plantilla, de los que la gran mayoría eran mujeres. La cadena se vio afectada por una importante caída en las ventas en los últimos años debido a la creciente competencia de grandes superficies, tiendas de muebles y del entorno digital. A ello se sumó el hecho de que este sector trabaja con márgenes muy justos y también los cambios en los hábitos de consumo. La cadena generó pérdidas en 2016 y a principios de año presentó el concurso.

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