España es el segundo país más ruidoso del mundo. El elevado nivel de ruido existe no sólo en la calle o el hogar, sino también en el puesto de trabajo. Así lo reconoce 1 de cada 4 catalanes, que consideran que su entorno laboral es "ruidoso". Otro 67% afirma que el ruido le dificulta la concentración en el trabajo. Ésta es una de las conclusiones del "1er Estudio Gaes sobre el ruido en España", que se presentará con motivo del Día Mundial de la Concienciación contra el Ruido en el marco de la campaña ‘Todos pintamos contra el ruido’. La campaña, que se presentará hoy en Madrid, contará con la participación ciudadana a la hora de crear un gran mural reivindicativo contra el ruido diseñado por el reconocido artista, Juan Diaz-Faes.
Y es que cerca de 9 millones de personas en España conviven a diario con niveles de ruido superiores a los 65 decibelios (dB), el máximo recomendado por la OMS. Según los expertos, la concienciación es clave y empieza por tomar medidas uno mismo. "Si no podemos evitar convivir con niveles elevados de ruido, debemos tomar medidas para proteger nuestros oídos y prevenir una posible pérdida auditiva", afirma Juan Royo, otorrinolaringólogo y responsable de la comunidad virtual Viviendo el sonido de Gaes. Sin embargo, y a pesar de estas recomendaciones, 9 de cada 10 catalanes no se protege.
Otras medidas de prevención que están al alcance de todos son moderar el tono de voz (un 72% considera que en nuestro país se habla demasiado alto) y utilizar un volumen adecuado cuando escuchamos música (un 21% no lo hace), vemos la televisión (el 12% no lo hace) o escuchamos la radio (un 10% no lo hace). Los expertos alertan que desde pequeños estamos expuestos a un nivel de ruido por encima de lo recomendado. Una de las causas más frecuentes son los juguetes infantiles que emiten música o sonidos. Un 61% de los encuestados considera que estos artículos emiten a un volumen "demasiado alto".
Lesiones irreversibles
"Los juguetes pueden llegar a ser muy ruidosos, incluso llegando a provocar lesiones irreversibles en la audición de los niños cuando se superan los 80 decibelios (dB)", alerta Juan Royo. "Si el sonido de un juguete nos parece elevado a nosotros, más elevado será para el niño, que está más cerca de la fuente sonora (el juguete) y durante más tiempo", afirma este especialista.
A la hora de salir de ocio, existe mayor conciencia cuando se elige el restaurante al que ir a comer o cenar. Así, cerca de un 67% de los catalanes tiene en cuenta si el restaurante o establecimiento es muy ruidoso, llegando incluso a descartarlo por ese motivo.
Además, el 71% de los consultados considera que hay poca presión para que bares y restaurantes cumplan la normativa existente en torno al ruido en la calle.
También se suelen sobrepasar estos niveles máximos de ruido al realizar actividades de ocio como asistir a un concierto en directo, donde podemos soportar niveles superiores a los 110 dB; escuchar música con auriculares, llegando a 90 dB; o estar en un bar con un ambiente animado y un ruido que puede alcanzar, con mucha facilidad, los 80 dB. De hecho, un 19% de las personas encuestadas asegura que ha notado que le pitaban los oídos tras realizar alguna de estas actividades.
El estudio elaborado por Gaes revela que a un 31% de los catalanes el ruido les afecta en el estado de ánimo. Las obras en la calle (67%), las obras del vecino (47%), el tráfico (43%), la televisión y la música del vecino (17%) y el sonido de los fines de semana en la calle (5%) son los ruidos que más molestan a los catalanes.
Por el contrario, los sonidos que más nos relajan son el sonido del mar (82%) y el sonido de la montaña (58%). Para 1 de cada 3, el mejor aliado es el silencio.
Los expertos detectan una mayor pérdida auditiva a edades más tempranas."La pérdida de audición provocada por altos niveles sonoros se produce como consecuencia de una exposición prolongada al ruido. Cuanto más alto sea éste, más rápido se desarrollará el trastorno auditivo, que incluso puede ser irreversible", alerta el especialista Juan Royo.