Alrededor de un centenar de delegados sindicales y personal del BBVA se concentraron ayer por la mañana ante la dirección territorial del banco en Catalunya, situada en la Rambla d’Egara de Terrassa, para su expresar su “rechazo contundente” a las propuestas de excedencias y bajas incentivadas que se vienen realizando bajo “amenazas” con el objetivo de reducir la plantilla, dicen los sindicatos con representación en BBVA-Catalunya. Según Antolín Declara, secretario general de UGT en BBVA, los sindicatos calculan que la dirección pretende prescindir de seiscientos empleos en Catalunya (esta cifra supone el 10% de una plantilla formada por alrededor de 6.000 personas). Y lo hace porque considera que existe un excedente de plantilla en esta comunidad, tras la integración de Catalunya Banc (CX) en septiembre de 2016. En los últimos meses han salido de la entidad alrededor de 75 personas aceptando las propuestas de la empresa.
“Desde el pasado enero, la dirección nos empezó a bombardear con mensajes en el sentido de la que red estaba sobredimensionada en Catalunya”, comenta este sindicalista. El acto de protesta de ayer fue convocado, además de por UGT, por CCOO, CGT, SCAT, CSC, y SEC-CIC. La protesta también se llevó a cabo en el resto de España, aunque en Catalunya, por la absorción de CX, la “presión” está siendo mayor, añade Declara. Los sindicatos denuncian que el departamento de Talents & Culture (T&C) está convocando a empleados, y con “amenazas implícitas”, les exhortan para que acepten una excedencia retribuida o una baja incentivada con “la única finalidad sin otra alternativa que la de abandonar la entidad”. Los sindicatos consideran “inadmisible” que en una empresa en la que, a diario, según aseguran, se “hacen sin ningún control prolongaciones de jornada y que cuenta en su plantilla con miles de contratados de ETT y becarios, nos argumente ahora que hay excedentes de empleados”.
Presión psicológica
En este sentido, Xavi Galicia, secretario general de CGT en BBVA-Catalunya, recuerda que en julio de 2016 fueron despedidos 14 empleados (rescisiones luego declaradas improcedentes por la justicia) y que el banco utiliza este precedente como un aviso. Los sindicatos denuncian la presión psicológica que ejerce la dirección a los empleados afectados. “Literalmente les dicen que no cuenta con ellos y que en el banco no tienen sitio, dándoles a entender que no se pueden quedar, cuando realmente esas medidas son voluntarias”. Fuentes de CCOO aseguraron que BBVA está intensificando un goteo de despidos, tanto en la red comercial como otras áreas, bajo el eufemismo de “baja dedicación”.
Desde junio se han producido despidos “indiscriminados e injustos que afectan mayoritariamente a mujeres, y tanto a jóvenes como a trabajadoras y trabajadores con antigüedad suficiente como para haber demostrado su valía”. CCOO denuncia que esta política genera “estrés, incertidumbre e inseguridad” en el trabajo.