Las mujeres catalanas ganan de media 7.123 euros menos cada año, lo que supone un nivel de retribución salarial un 26 % inferior al de los hombres, según se desprende del informe “La situación de desigualdad salarial en Cataluña entre hombres y mujeres”, elaborado por la Generalitat.
El documento, el primero de estas características que elabora la Generalitat, ha sido presentado hoy en la sede de la consellería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, donde su titular, Dolors Bassa, ha mencionado que “el cierre de la brecha salarial es un reto clave para alcanzar la igualdad de oportunidades”.
“La brecha salarial continua siendo un mal global y como país debemos luchar para erradicarla”, ha comentado Bassa, que ha subrayado que “Cataluña no puede participar en una discriminación que afecta a la mitad de la población”, pues, a su juicio, “la igualdad debe ser el eje vertebrador de las sociedades modernas”.
Los datos de los que dispone la Generalitat certifican, además, que esta diferencia entre sexos es la mayor registrada desde el año 2008, cuando la parte de la retribución que las mujeres percibían de menos con respecto a los hombres era el 24,4 %, lo cual el Govern considera “intolerable”.
El estudio, elaborado con datos de la Encuesta cuatrienal de estructura salarial del INE de 2014, pone de manifiesto que el salario medio anual masculino se situó este año en los 27.477 euros, mientras que en el caso de las mujeres fue de 20.324 euros, si bien expone que la brecha salarial en términos de salario medio percibido aumenta hasta el 42,6 % cuando se analizan las franjas salariales más bajas.
Por otra parte, teniendo en cuenta el número de horas trabajadas, el informe revela que la desigualdad es del 15,9 % en perjuicio de las mujeres, lo que indica que la tasa de parcialidad femenina es tres veces superior a la masculina.
En este punto, el documento revela que la brecha salarial en el trabajo a tiempo completo es el doble que a tiempo parcial y constata que la diferencia entre lo percibido en los contratos indefinidos es del 17,8 %, mientras que se sitúa en el – 0,5 % en el caso de los temporales.
En cuanto al tipo de ocupación, la mayor brecha salarial entre sexos, que persiste en todos los ámbitos de actividad, se produce en el sector de los servicios de restauración, personal y vendedores, en el que alcanza el 27 %.
Teniendo en cuenta el nivel de formación, la diferencia entre los diplomados y diplomadas universitarias es del 15,5 %, la menor cifra, mientras que en el caso de aquellos que sólo han cursado la educación primaria asciende al 25 %.
Por edades, la ganancia por hora percibida por los hombres de más de 55 años es un 23 % mayor; un 21 % superior que en el caso de las mujeres de 45 a 54 años; un 12,5 % más en la franja que comprende de los 35 a los 44 años y un 7,2 % en los jóvenes de entre 25 y 34 años.
Las mayores diferencias retributivas se observan en el pago de horas extras y en los incentivos, es decir, en los complementos salariales, condicionados en gran medida por el tipo de trabajo.
El estudio recoge, asimismo, datos del ‘gender pay gap’, un indicador europeo que, sin tener en cuenta las pequeñas empresas ni aquellas pertenecientes al sector público, que son más equitativas, cifra en 14,7 % la brecha salarial en Cataluña y en 14,9 la del conjunto del Estado, si bien sitúa la diferencia en el 16,7 % en el conjunto de la Unión Europea.
Ante este escenario, la Generalitat puso en marcha 42 planes de igualdad en 2016, a los que destinó 95.000 euros orientados a la formación de directivos y representantes de trabajadores, una cifra que prevé incrementar hasta los 500.000 euros en 2017.