La sala de actos del Centre de Documentació i Museu Tèxtil (CDMT) acogió el martes por la tarde la segunda mesa redonda sobre el fracaso organizada por el Ayuntamiento de Terrassa y Orbital 40. Bajo el titulo "Descubre como para innovar es necesario aceptar el fracaso", el acto sirvió para debatir sobre la necesidad de aceptar el fracaso como una forma de aprendizaje y superación, como una parte del proceso para lograr el éxito en el ámbito de la investigación, la innovación y el desarrollo (I+I+D).
El acto, conducido por Santi Rius, director de Creat360, empezó con la ponencia de Tània Brenlle, directora de la Sala Villarroel-Grup Focus, que explicó su experiencia con el fracaso en el mundo del teatro.
Posteriormente, se celebró una mesa redonda con la misma Tània Brenlle; la directora de relaciones institucionales del Leitat, Glòria Serrano; y representantes de la UPC. Cada uno de los miembros que participó en esta mesa redonda, expuso un caso relacionado con el fracaso.
Serrano explicó como fracasó uno de los proyectos que Leitat presentó a la Comisión Europea y que no fue aceptado inicialmente al tener unos objetivos demasiados amplios y poco concretos. Serrano explicó que, sin embargo, el equipo de Leitat no se rindió y replanteó el proyecto pasando de doce objetivos muy generales a uno de muy claro y concreto y de ocho pasos a tan solo cuatro para lograrlo, cosa que les permitió que la Comisión Europea aceptara finalmente el proyecto.
Josep Maria Canals, catedrático de la Eseiaat, expuso el caso del científico Hermann Staudinger, que cuando investigaba las macromoléculas recibió una carta de un prestigioso doctor diciéndole que su estudio no tenía ningún sentido pero aún así siguió con la investigación.
Por su parte, Daniel Zurita, del Centro de Investigación MCIA de la UPC, explicó como tras el fracaso en el planteamiento de su linea de investigación, el equipo cambió su estrategia y consiguió que su investigación tuviera una aplicación práctica, lo que llevó a muchas empresas a requerir sus servicios.
Finalmente, Marcel Macarulla, de la Eseiaat, explicó como el equipo de investigación del que forma parte intentó publicar un articulo de una de sus investigaciones en una prestigiosa revista y esta no lo aceptó.
Aprendizaje
"Leyendo la respuesta del editor vimos que nos recomendaba mandar el artículo a otra revista más especializada. Allí pasó la primera revisión pero en la segunda nos dijeron que aquello ya se había hecho, que nuestra investigación no era innovadora", contó Macarulla. En aquel momento el equipo podría haberse rendido pero decidieron enviar un correo a un experto para que les dijera si su estudio ya se había aplicado en su campo o era innovador. "Le enviamos un correo de tan solo cuatro líneas, claro y conciso y nos dijo que nuestra investigación era muy innovadora. Entonces aprendimos que el problema es que habíamos presentado el artículo con una introducción demasiado larga y poco clara. La cambiamos, volvimos a enviarlo y nos lo publicaron", señaló Macarulla, que destacó que aquel fracaso les sirvió para aprender y poder cambiar su estrategia en futuras ocasiones, al igual que en muchos de los otros casos presentados en el acto.
Tras la presentación de estas experiencias sobre el fracaso y el aprendizaje, se abrió el debate entre los miembros de la mesa redonda y el público asistente. Las conclusiones a las que se llegaron es que a nuestra sociedad, a diferencia de la norteamericana, le cuesta aceptar el fracaso y el método de prueba error como algo bueno, que en muchos ámbitos la palabra fracaso es tabú y que el fracaso es inevitable porque cuando innovas siempre existe el riesgo.
Además, también se apuntaron ideas como que el concepto de fracaso es relativo y depende de la definición que le demos a la palabra éxito, que el fracaso es uno de los mejores profesores que tenemos" y que un fracaso puede convertirse en un gran éxito.
La clausura del acto corrió a cargo de Amadeu Aguado, teniente de alcalde de Cultura i Innovació, que destacó que actos como el organizado el martes deben servir para desmitificar el fracaso y dar a entender que éste puede ser el camino hacia el éxito.