Las grandes empresas que tarden en pagar a sus proveedores tendrán más cargas tributarias. Así lo avanzó días atrás el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante una intervención en el Congreso de los Diputados para explicar las líneas fundamentales de su ministerio durante esta legislatura, donde recordó que bajará el IRPF y que activará incentivos fiscales para prolongar la vida laboral.
Aunque estas medidas de penalización están en fase de estudio y desarrollo, desde la patronal terrassense Cecot se considera positivo, de entrada, el hecho de que el Gobierno incida sobre el índice de morosidad y trabaje para reducirlo. “Sobre todo aquella morosidad que es la más habitual y que más sufren las pymes”, afirma Enric Rius, asesor financiero de la Cecot, que añade que esa morosidad “es la que generan las grandes empresas y la administración pública sobre sus proveedores”. Ahora bien, la patronal local advierte de la necesidad de que las declaraciones del Ministro Montoro se materialicen y que el legislador no acabe desvirtuando el principio político, como ha pasando en más de una ocasión. De hecho, la propia Ley de Morosidad, “hasta ahora ha sido inaplicable ya que, a pesar de estar aprobada, dejaba la regulación en manos de la propia relación comercial entre empresas”, argumenta Rius, que añade que “quien debe emprender acciones coercitivas debe ser un tercero, como se desprende de las palabras de Cristóbal Montoro, lo que tienen intención de hacer a partir de este año”. Dejar la regulación de la ley en manos de las partes en una relación comercial provocaba, en la práctica, no aplicarla porque “¿Qué empresa se dejaría perder una operación comercial?”.
El déficit fiscal
Teniendo en cuenta el objetivo de déficit para 2017 que plantea el Gobierno y las medidas que está tomando el Ministerio de Hacienda dirigidas fundamentalmente a la recaudación, la Cecot manifiesta su preocupación por el hecho de que el Gobierno pretenda reducir la deuda pública a partir de incrementar la deuda privada, entre ella, la de las empresas.
“El hecho de incrementar impuestos como el de sociedades pero en ningún caso exponer un plan de eficiencia y reducción del gasto público nos hace anticipar que este tipo de política irá contra inversión de las empresas”, sugiere Enric Rius, asesor fiscal de la patronal terrassense Cecot. Según este experto, eso se “acabará traduciendo en menos crecimiento empresarial y reducción de la actividad económica. Pan para hoy y hambre para mañana”, concluye Enric Rius.