La riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros y las deudas que tienen, se situó en 1,219 billones de euros al finalizar el tercer trimestre de 2016, lo que supone un incremento del 3,39% respecto a los 1,179 billones de un año antes. Así se desprende de las Cuentas Financieras del tercer trimestre del pasado ejercicio facilitadas ayer por el Banco de España, que también muestran que en relación con el producto interior bruto, los activos financieros netos representaron el 110,4%, es decir, 0,4 puntos porcentuales menos que en septiembre de 2015.
En comparación con el trimestre anterior, la riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas creció el 1,6%, ya que a cierre de junio se situaba en 1,192 billones de euros.
Los datos publicados por el Banco de España también destacan que los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- rozaban los dos billones de euros al finalizar septiembre, ya que sumaban exactamente 1,991 billones, lo que representa un incremento interanual del 1,32%.
Pasivos
Por su parte, los pasivos o deudas de las familias y empresas se redujeron un 1,71% y se situaron en 772.515 millones de euros, debido, básicamente, a la reducción del crédito, que pasó de 734.754 millones hasta 719.868 millones de un año antes. Este recorte estuvo impulsado, en gran medida, por la caída de los créditos a largo plazo, que incluyen las hipotecas, que bajaron 14.373 millones en un año, hasta quedar en 693.395 millones. El Banco de España explica que el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en el tercer trimestre de 2016 en efectivo y depósitos (el 43% del total).