La consellera Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat, Dolors Bassa, apuntó ayer que Catalunya tiene más autónomos que la media europea, un 16,8% sobre el 15% europeo, e indicó que el peso de los autónomos tan solo es superior en otros países como Portugal, Polonia, Italia y Grecia.
"Sin embargo, otros países en los que nos queremos reflejar, como Dinamarca, Suecia o Alemania, están muy por debajo", dijo Bassa en la presentación del estudio ‘La situación del Trabajo Autónomo en Catalunya’, con el presidente del Consejo de Trabajo Económico y Social de Catalunya (Ctesc), Lluís Franco, y el ponente del informe, Martín Vives.
Bipolarización
Así, Bassa advirtió de la bipolarización del trabajo autónomo en Catalunya, donde existen 530.547 autónomos, y señaló que el 32% de las ofertas laborales para autónomos proceden de grandes empresas. "Tenemos que apoyar el trabajo autónomo porque somos una sociedad emprendedora, pero también velar por que un trabajador sea autónomo por iniciativa propia, no a la fuerza", afirmó la consellera de Trabajo.
Vives aseguró que esta bipolarización del trabajo autónomo es precisamente una de las consecuencias negativas de la crisis, ya que el número de autónomos en Catalunya ha ido aumentando desde 2011. "Es una alarma que suena porque algo no funciona bien dentro del mercado de trabajo", sostuvo, y añadió que el trabajo autónomo puede ser un refugio para parados inicialmente en coyunturas de crisis, pero que cuando la economía se reactiva deberían volver a crecer los asalariados. El perfil de autónomo es un hombre de entre 35 y 54 años con asalariados a su cargo y con estudios superiores, y el 96,9% de las personas que capitalizan la prestación de paro se han constituido como autónomos.
El Ctesc ha recomendado al Govern poner en marcha el Consejo Catalán del Trabajo Autónomo, según marca el decreto 18/2010, y ha pedido que inste al Gobierno central a impulsar el Consejo Estatal del Trabajo Autónomo.
Mejorar la financiación
Otras de las recomendaciones del Ctesc son mejorar la financiación, facilitar el acceso a los microcréditos y posibilitar la compensación de las deudas que tienen las administraciones públicas con los autónomos.
También recomienda que la contratación de trabajadores no suponga un incremento del gasto fiscal por autónomo, extender los subsidios asistenciales de paro a los trabajadores autónomos –con preferencia a los que no tienen trabajadores a cargo– y mejorar políticas activas y de formación para autónomos.
