El ministro español de Economía en funciones, Luis de Guindos, se ha comprometido hoy con sus socios a aplicar una subida del tipo mínimo del pago a cuenta del Impuesto de Sociedades para lograr una recaudación adicional de 6.000 millones de euros, dentro de sus esfuerzos para reducir el déficit.
De Guindos ha indicado que esta medida -que no puede tomar el actual Gobierno en funciones- irá acompañada de un ahorro de 1.500 millones de euros en el pago de intereses y con una mejoría en la lucha contra el fraude fiscal, que podría alcanzar unos 1.000 millones de euros adicionales de lo presupuestado.
España también defenderá los esfuerzos hechos en los últimos años para reducir el déficit, el saneamiento del sector bancario acometido en el país (incluido el “rescate bancario” de más de 41.000 millones de euros), así como al buena deriva de la economía española.
El ministro aseguró que incluirá estos argumentos, entre otros, en sus alegaciones que prevé presentar mañana a Bruselas dentro del proceso que hoy se ha puesto en marcha para multar al país por haber incumplido sus compromisos sobre reducción del déficit.
Los socios de España han coincidido con la Comisión Europea (CE) en que este país, y Portugal, no tomaron las acciones necesarias el año pasado para contener su desvío tal y como habían pactado, por lo que ahora el Ejecutivo comunitario deberá proponer una sanción para cada país, un proceso que el ministro espera que sea “rápido”.
La multa puede suponer la suspensión de parte de los fondos estructurales y de inversión europeos y una sanción económica de un máximo de 0,2 % del PIB -2.200 millones de euros en el caso español- o un mínimo de cero euros, opción ésta última en la que De Guindos aseguró que confía.
“Sería una paradoja que a la economía que mejor comportamiento está teniendo en tiempos de incertidumbre mundial y española se le pusiera una multa, por eso convencido que no” será así, dijo el ministro español en funciones.
Una vez que la Comisión presente su propuesta de sanción, ésta deberá ser respaldada por los socios de la eurozona en diez días.
Esta decisión abrirá la puerta, además, a que Bruselas presente una nueva senda fiscal para España -a finales de julio, según espera De Guindos- con los objetivos de reducción de déficit que debe alcanzar este año y el siguiente, en el que se espera que le exija que reduzca su desvío por debajo del máximo europeo del 3 %.