Expertos del grupo de investigación Wireless Networks Research Group (WINE) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han advertido de que la tecnología 5G que se implantará en los próximos años hará inevitable instalar más antenas, lo que volverá a abrir un debate sobre sus efectos en la población.
Por este motivo, y coincidiendo con que hoy se conmemora el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, los profesores del WINE han pedido a los gobiernos europeos una regulación que se adapte a la tecnología actual y a las necesidades futuras de los usuarios.
Según ha explicado el investigador del WINE Ferran Adelantado, "la evolución de la tecnología de las comunicaciones móviles da respuestas técnicas a las perspectivas de crecimiento futuro del tráfico de datos".
"Y una de las soluciones inevitables será la densificación de la red de acceso, con el despliegue de muchas más antenas", ha advertido Adelantado, investigador que promueve las tecnologías inalámbricas que mejoran la forma de comunicarse de los dispositivos.
Según el investigador de la UOC, las nuevas antenas 5G "no serán como las que conocemos hoy en día, sino que serán ‘small cells’ (pequeñas células), mucho más pequeñas y discretas, que transmiten mucha menos potencia y que están mucho más cerca del usuario al encontrarse a una altura más baja".
"A pesar de ello, estas antenas deberán transmitir energía, y es probable que se abra de nuevo el debate de sus efectos en la salud", ha augurado Adelantado. Los investigadores del WINE, sin embargo, prefieren no definirse en el debate de tipo médico porque alegan que no es su ámbito de conocimiento.
Una gran revolución
Según los expertos, la tecnología 5G, la próxima generación de redes inalámbricas, será una revolución en todos los sentidos porque cambiará las redes tal como se conocen hoy en día. Actualmente, se opera con 4G (LTE) -un sistema heredero del 2G (GSM) y el 3G (UMTS)-, con una capacidad de transmisión de datos de unos 100 megabits por segundo, que en pocos años será insuficiente. El tráfico de datos crece a un ritmo de un 45 % anual y entre 2014 y 2020 el tráfico de datos por los teléfonos inteligentes se multiplicará por diez en el mundo.
Los ingenieros prevén que en 2020 habrá 26.000 millones de dispositivos conectados a internet y que, ante esta demanda, los operadores deberán proveer redes con más conectividad y rendimiento.
Así, la quinta generación de redes móviles, las 5G, en pruebas a partir del 2018, multiplicará por mil la capacidad de transmisión.