El centro de Barcelona fue tomado por miles de personas para exigir el retorno de los derechos sociales y laborales recortados durante la crisis en un Primero de Mayo con acento electoral, en el que los sindicatos emplazaron a los trabajadores a votar el 26J para que otros no decidan por ellos.
Unas 9.000 personas, según la Guardia Urbana, y 50.000, según los sindicatos, participaron en la principal manifestación de Catalunya, convocada por CCOO y UGT, que transcurrió entre la plaza Urquinaona y la plaza de la Catedral de Barcelona. Ocupando una parte del mismo recorrido, aunque un poco antes en el tiempo, las manifestaciones convocadas por USOC y CGT contaron con unos trescientos asistentes cada una de ellas, según cálculos de la Guardia Urbana.
La manifestación mayoritaria contó con la participación de líderes sindicales y políticos como el presidente de UGT en Catalunya, Matías Carnero, su secretario general, Camil Ros; el máximo responsable de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego; el vicepresidente y conseller de Economía, Oriol Junqueras; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y representantes de formaciones como el PSC, Catalunya sí Que Es Pot o Ciudadanos.
Un nuevo giro
La lucha contra la pobreza salarial y social en Catalunya centró este año la reivindicación sindical en el Día Internacional del Trabajo, celebración que las centrales quisieron aprovechar para dar un giro en su estrategia y pasar de defender derechos a exigir su recuperación.
En esta ofensiva sindical, CCOO y UGT no descartan la convocatoria de una nueva huelga general contra la reforma laboral a finales de año o principios de 2017, lo que sería la cuarta auspiciada por los sindicatos en los últimos años (una contra la reforma de un gobierno del PSOE y dos contra las del PP).
En sus parlamentos al fin de la manifestación, tanto Camil Ros como Joan Carles Gallego aseguraron que ha llegado el momento de derogar la reforma laboral, a la que consideraron culpable de la actual precariedad en el mercado de trabajo, y, si eso no ocurre con una iniciativa legislativa en el Parlamento, auguraron que habrá que reclamarla en la calle.
Ros, que participó en su primer Día del Trabajo como secretario general de UGT, denunció que la recuperación económica sólo ha servido hasta ahora para que salgan de la crisis “los miembros del consejo de administración de las empresas del Ibex 35” y que ahora le toca el turno al grueso de los trabajadores a través de una recuperación de los derechos sociales y del salario.
La renta mínima
“Pedimos también al Parlament que apruebe ya la Renta Mínima de Garantía porque las personas necesitan pagar los recibos y comer cada mes y no pueden esperar ni tres ni 18 meses”, dijo tras exigir un salario mínimo de mil euros.
Por su parte, Joan Carles Gallego anunció también que “la riqueza que se está creando engorda las cuentas de resultados y los dividendos de las grandes empresas, mientras que los salarios son insuficientes, las pensiones caen y la desprotección social aumenta”.
El líder de CCOO atacó asimismo al Gobierno del PP por su política “recentralizadora”, que “mantiene un modelo de financiación injusto e insuficiente, y limita el ejercicio de autogobierno” en Catalunya.
Conscientes del actual contexto preelectoral, ambos dirigentes sindicalistas pidieron a los trabajadores que no se queden en casa el próximo 26J y acudan a las urnas en la probable nueva cita electoral en España para votar por opciones políticas que defiendan la recuperación de los derechos sociales.