La Fundación Adecco y JYSK han realizado una encuesta a 600 jóvenes con discapacidad menores de 25 años, con el objetivo de profundizar en su situación profesional, para compararla con la de sus coetáneos y evaluar el grado de normalización de las nuevas generaciones con discapacidad en el mercado laboral. Así, el 56% de los jóvenes con discapacidad en Catalunya está en paro y dies de cada diez es de larga duración. Estas cifras contrastan con las de los jóvenes a nivel general: el 39% de los menores de 25 años en Catalunya está desempleado (17 puntos menos) y el 41% es de larga duración (19 puntos menos).
Entre las causas que justifican este desfase encontramos el aún inferior acceso de los jóvenes con discapacidad a estudios superiores, la falta de recursos y apoyos a la hora de afrontar la búsqueda de empleo o la persistencia de prejuicios y estereotipos (sobreprotección, desconocimiento, etc) que siguen dificultando la inserción de personas con discapacidad en las empresas.
El nivel formativo de los desempleados con discapacidad continúa siendo inferior a la media general: un 8,2% tiene estudios universitarios, cifra que asciende hasta el 17,2% en el resto de la población.
Un 40% de los universitarios con discapacidad ha decidido estudiar a distancia debido a la existencia de barreras arquitectónicas y psicológicas.
Valoraciones
Según Olafgilbert Zoder, Responsable de Administración y Personal de JYSK España: "los jóvenes con discapacidad representan un inmenso potencial de talento para nuestra economía que no podemos desaprovechar. Sin embargo, aún existe una importante brecha en las cifras de formación y empleo; una brecha que puede reducirse. Para ello, es fundamental crear conciencia, y en este caso lo hemos hecho apoyando este informe de la Fundación Adecco que da voz a los propios jóvenes con discapacidad, y que constituirá un punto de partida para la propuesta de iniciativas y políticas inclusivas".
Por su parte, Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, comenta que: "los Millenials, es decir, los nacidos desde mediados de los 80, constituyen una generación estratégica para nuestro mercado laboral, cada vez más envejecido, en el que las nuevas cohortes no son suficientes para abastecer la creciente masa de jubilados. En este sentido, es crucial estimular la participación de los jóvenes con discapacidad en el empleo: nuestro país no puede permitirse ser discriminatorio, necesita el talento de los jóvenes con discapacidad para salir adelante".
El pasado año, desde la Fundación Adecco se generaron 350 empleos para jóvenes con discapacidad y según Mesones, "podemos constatar que el ratio de éxito en la incorporación es muy alto, reduciéndose la rotación y el absentismo, en contra de los prejuicios que siguen asentados en la sociedad".