La reclamación del salario mínimo de mil euros y de la derogación de la reforma laboral centrará el debate en el XV Congreso de la UGT de Catalunya, del que saldrá una nueva ejecutiva encabezada por el tándem Camil Ros y Matías Carnero y una estructura más reducida.
El Congreso, que se celebrará del 6 al 8 de abril en Terrassa, dará paso a una nueva etapa marcada por la ausencia de Josep Maria Álvarez, que ha dejado la secretaría general en Cataluña tras 26 años para liderar la UGT confederal.
Después de meses de conversaciones y debate, la nueva ejecutiva, que aún no está cerrada, tendrá dos referentes en lugar de uno. En una misma línea de relevancia, se encontrarán el secretario de política sindical, Camil Ros, que será el nuevo secretario general, y el secretario general adjunto, Matías Carnero, que asumirá el nuevo cargo de presidente.
En la rueda de prensa de presentación del XV Congreso, Carnero ha asegurado que él y Ros dirigirán conjuntamente el sindicato sin repartirse las funciones de manera excluyente, aunque ha admitido que su labor como presidente del comité de empresa de Seat no le permite dedicarse al cien por cien a la organización sindical.
“Yo no estoy jubilado. Vengo a hacer cosas, no a jubilarme. No hubiera aceptado la responsabilidad si fuera para hacer simplemente de florero”, ha asegurado, tras afirmar que políticamente se define como “felipista”.
Con la nueva ejecutiva, en la que tendrán también un papel importante Laura Pelay y Jordi Camallonga, la UGT pretende “sintetizar la pluralidad” de la segunda organización sindical de Cataluña.
En esta línea, Carnero ha subrayado que la UGT de Catalunya “no aguanta el paraguas de ningún partido político” y que estará al lado de aquellos que luchen por la derogación de la reforma laboral y “a favor de la ciudadanía”, mientras que Ros, que hace años dirigió la rama juvenil de ERC, ha asegurado que, al entrar en el sindicato, todos los cargos dejan el carné de partido a la entrada.
Además de los cambios en la ejecutiva, el sindicato se dotará de una organización más simple en la que las seis actuales federaciones confluirán en tres (industria, servicios públicos y servicios privados), integradas por una veintena de sectores.
El XV Congreso, que se abrirá el miércoles con la presentación del informe de gestión a cargo de Josep Maria Álvarez, debatirá también una ponencia base que pone el acento en la necesidad de que el sindicato trabaje para luchar contra la cronificación de la pobreza y por la recuperación de los derechos de los trabajadores.
Bajo el lema “Somos derechos. Somos lucha”, los 405 delegados que se darán cita en Terrassa en representación de algo más de 150.000 afiliados debatirán sobre la manera de luchar contra la precariedad laboral y exigirán la derogación de la reforma laboral y la recuperación de los sueldos de los trabajadores.
En esta línea, la UGT de Catalunya fijará como objetivo el salario mínimo de mil euros como vía para una salida real de la crisis, incrementando la capacidad adquisitiva de la ciudadanía.
La ponencia base, que surge de la dirección y se ha consultado con las bases, también recoge la reivindicación del derecho a decidir de Catalunya que el sindicato defiende abiertamente desde hace años y que no ha merecido, de momento, ninguna enmienda por parte de los afiliados.