La economía española registró una ganancia de competitividad exterior frente a la UE en los tres últimos meses del año, tomando como referencia los Índices de Precios de Consumo, como resultado de la depreciación del euro frente a las monedas de estos países y del retroceso de los precios españoles frente a un ligero incremento de la media de los precios del resto de países de la Unión Europa (UE).